Cada año, miles de personas cruzan las fronteras hacia Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. La imagen de una vida próspera, un hogar propio y estabilidad económica alimenta el deseo de quienes abandonan sus países, dejando atrás un futuro incierto.
Por El Tiempo
Este fue el caso de Gabriel Escobar, un joven hondureño de 20 años que llegó a Estados Unidos en 2021, dispuesto a luchar por ese sueño anhelado.
En busca de una nueva vida, Gabriel dejó su hogar en Honduras y se aventuró a cruzar la frontera. Con 18 años, llegó a Chicago, Illinois, con la esperanza de alcanzar la estabilidad y reunir algún día a su familia en suelo estadounidense.
En el trayecto, dejó atrás a Karla, su novia embarazada, y a sus seres queridos, prometiéndoles que un día podrían reunirse nuevamente.
Una travesía llena de obstáculos
Gabriel provenía de una zona montañosa de Honduras sin electricidad ni agua potable. Su comunidad enfrentaba no solo la pobreza, sino también la constante amenaza del narcotráfico. En palabras de su padre, Ramón Escobar: “Mucha gente aquí intenta ir a Estados Unidos pero no todos llegan”, describiendo el difícil contexto que rodea a muchas familias hondureñas.
La situación en su país se ha visto agravada por problemas de seguridad y narcotráfico, con Honduras ubicado en una de las rutas principales de la cocaína que abastece el mercado estadounidense.
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