La ciencia reveló cuáles son las 20 peores formas de morir

La ciencia reveló cuáles son las 20 peores formas de morir

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Quizás al ver una película o imaginar un escenario extremo, todos hemos pensado cuál sería la peor manera de morir. ¿Ahogado? ¿Quemado vivo? ¿Qué sería peor? Son pensamientos que a menudo surgen y se desvanecen rápidamente, como una curiosidad pasajera.

Por: Muy interesante





Si bien la mayoría de los decesos causados son relativamente discretos, la vida puede ser caprichosa y exhibir una crueldad sorprendente. Estos eventos extremos desafían a la ciencia a desentrañar, paso a paso, las circunstancias exactas que condujeron a tan trágicos finales.

Aunque cada persona tiene sus propios temores, las muertes que más nos aterrorizan comparten ciertas características. Al analizar diferentes perspectivas científicas, podemos intentar responder a esta inquietante pregunta: científicamente, ¿cuál es la peor manera de morir? Las respuestas serán aterradoras. Ni siquiera los ataques de tiburones o las reacciones alérgicas más severas se comparan con los escenarios que Paul Doherty y Cody Cassidy exploran en su libro And then you’re dead: What Really Happens If You Get Swallowed by a Whale, Are Shot from a Cannon, or Go Barreling over Niagara, publicado por Penguin Books. Estos autores nos sumergen en situaciones extremas, pintando un cuadro desgarrador de la muerte.

A continuación, presentamos algunas de las muertes más horribles y fortuitas en que la vida se extingue, y los misterios científicos que subyacen en ellas. (Advertencia: el contenido puede resultar perturbador para algunas personas).

En un elevador en caída libre

Si al caer el ascensor no se adopta la posición correcta y se permanece de pie, el cuerpo humano experimenta fuerzas brutales. Los órganos internos, que siguen en movimiento debido a la inercia, pueden sufrir desplazamientos violentos y desgarros. La parte inferior del cuerpo y las extremidades, al recibir el impacto principal, podrían fracturarse o incluso amputar. En el peor de los casos, aunque el cerebro sobreviva inicialmente, el individuo podría ser consciente de las graves lesiones internas, como la evisceración, antes de sucumbir.

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