El mayor estadio del Líbano se prepara para proteger del invierno a cientos de desplazados

El mayor estadio del Líbano se prepara para proteger del invierno a cientos de desplazados

Trabajos para construir habitaciones para los desplazados en el Estadio Ciudad Deportiva Camille Chamoun de Beirut, el 11 de noviembre de 2024. En el mayor estadio del Líbano, los operarios trabajan contrarreloj levantando cubículos para albergar a más de medio millar de desplazados que tras siete semanas de bombardeos israelíes aún viven a la intemperie en Beirut, adonde acaban de llegar las primeras lluvias del invierno. EFE/Noemí Jabois

 

En el mayor estadio deportivo del Líbano, los operarios trabajan contrarreloj levantando cubículos para albergar a más de medio millar de desplazados que tras siete semanas de bombardeos israelíes aún viven a la intemperie en Beirut, adonde acaban de llegar las primeras lluvias del invierno.

El ruido de las máquinas de soldar no cesa en la Ciudad Deportiva Camille Chamoun, ni tampoco el trajín de trabajadores cargados con las varas de hierro que van dando forma a hileras de pequeñas habitaciones idénticas, con placas de yeso verdecinas a modo de paredes.

En una semana de trabajo sin descanso, han podido erigir 80 habitaciones y, en una más, esperan estar listos para acoger a una primera tanda de centenares de desplazados, explica a EFE Ali Shour, director de Operaciones en la Asociación Caritativa Banin, a cargo del proyecto.

“La ‘Aldea Banin’ son unas instalaciones excepcionales, estamos tratando de convertir este lugar en una casa de huéspedes para toda la gente que aún está viviendo en la calle, la gente que todavía está durmiendo en sus coches, la gente sin un techo”, agrega el responsable.

A la intemperie

Desde que Israel iniciara su intensa campaña de bombardeos contra el Líbano el pasado 23 de septiembre, 1,2 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares, más de 190.000 de las cuales se encuentran en unos 1.150 albergues acreditados por las autoridades, según el último informe oficial de situación.

Dada la magnitud de la crisis de desplazados, la peor en la historia de la pequeña nación mediterránea, la gran mayoría de los albergues están llenos. Especialmente en Beirut, que concentra a más de 55.000 de los desplazados en colegios, solo superada en número por la vecina provincia de Monte Líbano.

“Debido a los ataques de Israel, que cada día ataca más partes del país, no hay más lugares para los desplazados internos (…) Tenemos cientos de desplazados internos en las calles o en los parques”, lamenta en declaraciones a EFE el director general de Banin, Jad Beydoun.

Para empeorar aún más su situación, la capital ha registrado en los últimos días las primeras precipitaciones fuertes de la temporada invernal, mientras las temperaturas comienzan a descender gradualmente.

“Ahora el invierno está viniendo, no queremos a nuestros socios, los desplazados internos, en las calles durante el invierno”, destaca Beydoun, mientras los operarios siguen afanándose en avanzar las obras.

Según Shour, aunque el Ayuntamiento de Beirut ha logrado reubicar en escuelas o incluso edificios residenciales privados a la “mayoría” de los desplazados que permanecían a la intemperie, todavía tienen contabilizados a cerca de 500 en esta situación.

Varios cientos se encuentran en el parque Horsh Beirut y darles cobijo es la prioridad absoluta para esta primera fase del proyecto: “Estamos trabajando lo más rápido posible para poder acoger a nuestras familias”, reitera el encargado de Operaciones.

Trabajos para construir habitaciones para los desplazados en el Estadio Ciudad Deportiva Camille Chamoun de Beirut, el 11 de noviembre de 2024. En el mayor estadio del Líbano, los operarios trabajan contrarreloj levantando cubículos para albergar a más de medio millar de desplazados que tras siete semanas de bombardeos israelíes aún viven a la intemperie en Beirut, adonde acaban de llegar las primeras lluvias del invierno. EFE/Noemí Jabois

 

Solo el comienzo

En el centro del enorme Estadio Ciudad Deportiva Camille Chamoun hay un campo de hierba tan seca que no cabe duda de que no ha acogido un partido en mucho tiempo. Es en el anillo exterior cubierto, antes de las gradas infinitas al aire libre, donde se va erigiendo el nuevo hogar de los desplazados.

“Construimos habitaciones en lugar de tiendas de campaña porque queremos que nuestras familias se sientan cómodas, que no sientan que se les quita su dignidad y orgullo”, defiende Shour.

La elección de materiales, placas de yeso y acero busca que los cubículos estén “bien protegidos” y “aislados”, de modo que los afectados tengan su propio espacio separado de los demás y puedan mantener su “privacidad”.

En esta parte del anillo del estadio se acogerá a los primeros cientos de desplazados, pero la organización planea instalar habitaciones también en otros nueve de los doce bloques en los que se divide el perímetro, lo que permitiría albergar a hasta 6.000 personas en el futuro.

“Ayer por la noche a las 23.00, estábamos sentados en una reunión de junta y decidimos que es hora de visitar a las familias, démosles un poco de motivación (…) Digámosles que tengan un poquito de paciencia, y prometámosles que estamos trabajando día y noche para poder acogerles”, recuerda, visiblemente emocionado.

“Estas familias están durmiendo en las calles bajo la lluvia, sin ningún tipo de techo sobre sus cabezas. Les prometemos que para finales de la próxima semana con suerte estarán en la Aldea Natal Banin”, zanja el responsable. EFE

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