Parece ser que, luego de la victoria de Donald Trump, María Corina tenía que hacer y decir muchas cosas, desde reunirse con el nuevo jefe de Estado de USA, hasta darle instrucciones para terminar de sacar a Maduro.
Por otro lado, dependiendo de si se trata de líneas editoriales de medios que nunca ocultaron su tendencia izquierdista o personalidades que siempre han adversado a Trump, nos espera prácticamente el apocalipsis.
Toca esperar porque “será lo que será”, no lo que otros quieren que sea lo que pase.
En cuanto a lo que nos atañe, creo que NADIE tiene autoridad moral para pretender decirle a María Corina lo que deba hacer o decir, sobre todo desde la comodidad de un teclado, gozando de libertad de movimientos y sin temor a ser apresado o asesinado en cualquier momento.
Si juzgamos por resultados y por actitudes, lo de María Corina ha sido una cátedra de valentía, inteligencia y astucia.
Resulta estúpido ver algunas entrevistas, durante las cuales le preguntan ¿Cuánto falta para el cambio?
Es obvio que, si dependiera de ella, ya se habría concretado.
¿Qué mensajes desean algunos que ella dé?
¿Llamar a la insurrección popular?
Para una especie de “toma de la Bastilla”, con Miraflores como objetivo, cuando, lo cierto, es que Maduro hace meses que no despacha con regularidad desde allá. Además, que el régimen desearía algo como eso para matar un gentío y multiplicar el terror que está ejerciendo sobre una población muy valiente, pero desarmada.
Es hora de la sindéresis, de que los expertos de internet se tomen algún calmante y que quienes hemos acompañado a María Corina y a Edmundo, continuemos enfocados, disciplinados y alineados sin dejarnos desmoralizar o confundir, con o sin razones ocultas, ya son muchos quienes lo intentan… Entre ellos, hay gente visitando países afuera o embajadas dentro del país, tratando de vender la idea que hay dos grupos más o menos proporcionales de venezolanos enfrentados, lo que los resultados electorales muestran que es falso.
Pero, en realidad, quienes andan en esas, solo nos hacen el favor de mostrarse tal como lo que son: Colaboradores del terror.
Sigan así, dando vergüenza y mostrando la bajeza de pretender servir de agentes para la normalización de la barbarie, tal vez, por unas efímeras ganancias y no ser atacados por un régimen que ha demostrado que, para ellos, nadie es valioso para siempre y no les ha temblado el pulso para eliminar a quien les signifique una amenaza, real o ficticia…Sigan así.
Finalmente, el mensaje es a la cohesión, mientras esta pausa y silencio táctico permita a quienes corresponde, hacer otras cosas que no es ni necesario ni conveniente que se sepan.