El régimen de Nicaragua negó este miércoles ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU todas las acusaciones de violaciones de esos derechos que recibió de otros gobiernos, entre ellos Estados Unidos, Brasil y Colombia, y no ofreció solución alguna para los cientos de nicaragüenses a los que ha retirado la nacionalidad.
El Consejo de Derechos Humanos (CDH) cumplió hoy con la revisión periódica de la situación en Nicaragua, que fue convencido por países cercanos (desde el punto de vista ideológico) de participar en este escrutinio, en el que inicialmente había decidido no tomar parte, dijeron a EFE fuentes de este órgano intergubernamental.
Durante sus respuestas a los temas planteados por otros países, altas funcionarias de la Procuraduría General de Nicaragua negaron las violaciones a los derechos a la manifestación pacífica y de reunión, de la libertad de expresión e información, y justificaron el cierre de miles de onegés, de universidades y el retiro de la nacionalidad a quienes el gobierno considera “traidores a la patria”. EFE