La corrupción de los cuerpos policiales en Venezuela se extiende a la fragilidad institucional. Lo revela lo que sería el femicidio de una hermosa y querida joven Yedismar Alejandra Reyes Cedeño, de 22 años, a quien la vida le sonreía en la plenitud de manera muy especial y en vísperas de su graduación. A la tragedia se le suma la rapidez con la que el CICPC declaró suicidio sin investigar, sin considerar que Alexander Manuel Milano Urbina, pareja de la joven estaba con ella, movió el cuerpo y hasta buscó un vecino para que le ayudara.
Por Sebastiana Barráez / infobae.com
Tíos paternos de la joven, en conversación con Infobae, dijeron que “queremos que se denuncie lo que ocurrió” mientras narraron que, como toda chica, Yedismar estaba rebosante de sonrisas y expectativa por el gran acontecimiento de su grado como Técnico Superior Universitario, por lo que se medía una y otra vez el vestido que llevaría en su graduación.
La muerte le llegó violenta cuando estaba con su pareja Alexander Manuel Milano Urbina e impactó en todos los rincones de Anaco, una pequeña ciudad del estado Anzoátegui, Venezuela.
Si de algo está segura la familia, tanto de la madre Nelandis Oveline Cedeño Giral como del padre Yesmar Nicolás Reyes, así como vecinos de la joven, es que no tenía motivo alguno para atentar contra sí misma. Llegar al final de una importante etapa de sus estudios representaba mucho para ella y para una familia donde la educación es primordial.
El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), que dirige el comisario Douglas Arnoldo Rico González, ha sido muy diligente al momento de amenazar a quienes exigieron claridad por la muerte de un dirigente político en el estado Apure. Ahora no es diligente en el atroz suceso que sería un feminicidio, ni le ha preocupado que el funcionario del Cicpc, Víctor Smith, haya intervenido en el caso aun cuando tiene muy cercana amistad con la madre del presunto feminicida.
La investigación apenas la abrieron hace unas horas, es decir, al día siguiente que familia y amigos manifestaron en la plaza Andrés Eloy Blanco de Anaco, frente a la alcaldía, para reclamar justicia y presionaron a través de las redes sociales. El Cicpc por fin decide interrogar a los padres de Yedismar Reyes y después colocaron bajo custodia a Alexander Milano.
Relación tóxica
Yedismar inició una relación con Alexander Milano, quien trabaja en una fábrica de bolsas, y quien nunca se integró a la familia de la joven. “Se mostraba apartado, no quería entrar, ella lo atendía aparte”, revelan a Infobae familiares de la chica fallecida.
“Alexander siempre demostró tendencia narcisista, lo que causaba inquietud en la familia y en sus amistades. Algunas de sus amigas le hicieron ver que no era normal que ese muchacho tuviera obsesión por el control, que la criticara por su aspecto físico o cualquier cosa para golpear su autoestima”.
Una amiga de la joven le dice a Infobae que “Alexander era su primera pareja estable y ella no quería rendirse en intentar que funcionara. Los vecinos de ellos dicen que el papá de Alexander era violento con su mamá y que incluso la amenazó con armas de fuego”.
Se mudaron para un miniapartamento y Yedismar fue comprando los electrodomésticos. “La relación empezó hace unos cinco años, aunque conviviendo tenían año y medio”, dice su familia. Ya hace unos días Milano la habría presionado para que abandonara su trabajo como encargada en un restaurante de comida rápida, donde tenía tres años laborando. “Él le decía que ahí se relacionaba con mucha gente, es decir tenía celos y desconfianza”.
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