Cuba tendrá apagones simultáneos en el 46 % de su territorio durante la tarde-noche de este domingo, con uno de los índices más elevados en lo que va de año, de acuerdo al pronóstico diario de la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE).
Las altas tasas de afectación por apagones reflejan la aguda crisis energética en Cuba, agravada desde agosto y aún más tras los eventos meteorológicos de finales de octubre y principios de noviembre cuando dos huracanes impactaron el este y oeste de la isla y hace una semana dos sismos sacudieron varias provincias orientales.
A ello se suma el apagón total del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) que dejó tres días sin servicio eléctrico al país a finales de octubre, por lo que en las últimas semanas la tasa de déficit pronosticado se ha situado a diario entre el 40 y el 51 %.
La UNE -adscrita al Ministerio de Energía y Minas– estima para la hora “pico” -la de mayor demanda- de esta jornada una capacidad máxima de generación de 1.749 megavatios (MW) y una demanda que alcanzará los 3.100 MW.
El déficit -la diferencia entre oferta y demanda- será de 1.351 MW y la afectación -los circuitos que se desconectarán realmente- alcanzará los 1.421 MW durante la tarde-noche cuando aumenta la demanda de energía.
Refiere que actualmente se encuentran en avería cinco unidades generadoras y cuatro están en mantenimiento, mientras que otras 49 y tres centrales flotantes están fuera de servicio por falta de combustible.
La escasez de combustible -por la falta de divisas para importarlo- más las averías en las obsoletas centrales termoeléctricas del país, hasta con cuatro décadas de explotación y el déficit de mantenimientos e inversiones, están detrás de esta situación, según los expertos.
Cuba consume ocho millones de toneladas de combustibles, sólo produce tres millones y compra cinco millones en el mercado internacional, según datos del Ministerio de Energía y Minas.
El crudo cubano se usa para operar las centrales termoeléctricas terrestres, mientras que el combustible diésel y el fuel es importado y es el que consumen las unidades de generación flotantes.