Sobre la desembocadura del río Hudson, y a tan solo 2,6 kilómetros al sur de Manhattan, se encuentra situado uno de los símbolos más reconocidos de Estados Unidos: La Estatua de la Libertad. Durante 137 años la estatua ha estado iluminado la bahía de Nueva York, y dando la bienvenida a los recién llegados con sus 46 metros de altura, y 125 toneladas de peso.
Por larazon.es
Fue inaugurada el 28 de octubre de 1886 por el presidente Grover Cleveland, y se trató de un regalo enviado por Francia hacia Estados Unidos para conmemorar el aniversario del centenario de la Declaración de Independencia, así como simbolizar la unión y amistad entre las dos naciones.
No obstante, su origen se remonta a unos años antes. Fue diseñada por el escultor Francés Auguste Barthodi, mientras que la estructura interna fue ideada por el ingeniero Alexandre Gustave Eiffel, quien también estuvo a cargo de la construcción de la Torre Eiffel, otro de los grandes símbolos de Francia. Bartholdi viajó a Estado Unidos para conocer dónde se situará la escultura girante, y habría sido durante este periodo, en el que conoció a la mujer que posiblemente puso cara a la estatua de la libertad.