Un día de trabajo rutinario en Penzing, un distrito de Viena, dio un giro inesperado cuando un fontanero, al investigar una cuerda que sobresalía del suelo, desenterró un cofre con monedas de oro. Este hallazgo, valorado en 2,3 millones de euros, ha sorprendido tanto a los trabajadores como a los medios locales.
Por: Gizmodo
Un hallazgo accidental que cambió todo
El descubrimiento ocurrió mientras se realizaban renovaciones en una villa antigua. Tobías, un trabajador de la obra, notó una cuerda saliendo del suelo, pero decidió ignorarla. Al día siguiente, un fontanero que asistía a la obra tiró de la cuerda y, al no lograr nada, empezó a excavar con una pala. Para su sorpresa, desenterró una caja metálica que contenía monedas de oro con un peso total de 30 kilos.
El tesoro, probablemente enterrado antes de la Segunda Guerra Mundial, ha sido valorado en unos 2,3 millones de euros. Armin, uno de los trabajadores presentes, expresó su asombro: “A veces encontramos monedas, pero esto es único”. Para los expertos, el hallazgo no solo tiene un valor económico, sino también histórico.
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