Según un estudio detallado realizado por la organización Transparencia Venezuela, en los últimos 25 años el Estado ha aprobado más de veinte mil millones de dólares exclusivamente para la ejecución de al menos, 16 obras de envergadura, que garantizarían la optimización del servicio eléctrico en el país. Dichos recursos fueron aprobados y desembolsados antes de que las autoridades de Estados Unidos impusieran sanciones a un grupo de chavistas.
Por: Luz Dary Depablos | Corresponsalía lapatilla.com
A pesar de las millonarias inversiones destinadas para fortalecer el sistema eléctrico nacional, los venezolanos siguen padeciendo cortes de luz prolongados y racionamientos diarios. La ineficiencia del Estado y la presunta corrupción han dejado al país sumido en una crisis energética que parece no tener fin, incluso en medio de las lluvias, cuando tradicionalmente disminuye la demanda de electricidad.
En la actualidad es evidente la falta de inversión en equipos y unidades, así como para la reparación de daños que generalmente están ocurriendo en gran parte de Venezuela debido a las fuertes fluctuaciones.
Asimismo, gran parte del personal capacitado en el sector eléctrico ha migrado del país, sin embargo, se conoció de manera extraoficial que, tras la contienda del pasado 28 de julio, al menos cinco trabajadores de gran valor para el funcionamiento de la represa El Guri fueron privados de su libertad.
Tras los apagones que dejaron a Venezuela por varios días en completa oscuridad en 2019, para el diputado regional del estado Táchira, Heriberto Labrador, la crisis eléctrica comenzó a denunciarse en el estado andino a partir de 2022, pero terminó ya repercutiendo en toda Venezuela, “a raíz de la falta de inversión en la infraestructura necesaria para buscar una alternativa a lo que genera El Guri”.
“En el estado Táchira, tenemos una planta igual de origen hidráulico, la cual no le han hecho las inversiones necesarias, es la que queda en Pregonero, Uribante, represa Leonardo Ruíz Pineda (…) El déficit en Táchira es de 170 kW, mientras el consumo supera los 600 megavatios (MW), de ese déficit solo se ha logrado el 50 % de la turbina que está instalada en San Agatón a media máquina, ahí hay otra turbina, pero que nunca fue instalada”, acotó.
Igualmente, el diputado enfatizó, “a eso se le añade el problema de las termoeléctricas. Yo diría que le falta como un 40% para tenerlas operativas”. También señaló que, “El Guri no es que no esté produciendo lo que necesitamos, lo que pasa es que con una sola línea de transmisión siempre se generan cuellos de botella para los estados más lejanos, como: Zulia, Táchira, Mérida, Barinas y Trujillo”.
Recordó que en algún momento consideró que comprar electricidad a Colombia sería una opción para resolver parte del problema.
“Nosotros históricamente siempre le vendimos algunos kilovatios, a través de un sistema interconectado que tenemos con el sistema que sale de ahí del Norte de Santander; siempre Venezuela le vendió algún excedente a Colombia. En el momento en que se restablecieron las relaciones comerciales con Colombia, podrían comprarle a Colombia aunque sea un 10 o 15%, pero al parecer había que hacer una gran inversión para reactivar el sistema interconectado con Colombia, sin embargo nunca dieron un informe de qué era lo que se requería”.
Obras inconclusas que originaron la crisis eléctrica en Venezuela
La organización Transparencia Venezuela logró tener acceso a información detallada de cada una de las obras a las que les fueron aprobados miles de dólares y en la actualidad se mantienen paralizadas debido a presuntos casos de corrupción y por tanto, sería la principal causa del problema eléctrico que se padece en Venezuela.
Cabe recordar que dichas obras nunca se concluyeron, pero el gobierno chavista aprobó los recursos, un ejemplo es el cable sublacustre del Lago de Maracaibo, donde fueron aprobados 400.000.000 dólares, pero solo se construyó un 10 % de la obra, situación que se repitió con la que sería la Central Termoeléctrica Termozulia III, a la que se le aprobaron 1.070.000.000 dólares.
También lo que sería la expansión del Sistema de Transmisión de 230 y 115 kV de los Valles del Tuy, construcción de las Subestaciones Cúa, Yare II, Cantarrana y Valle Verde, la ampliación de la subestación Sur, allí los trabajos nunca iniciaron, pese a que fueron aprobados 422.890.000 dólares. Asimismo, para la construcción de la Planta Termoeléctrica Argimiro Gabaldón, la cual no está operativa, se otorgaron 27.076.744 dólares.
Igualmente, el Estado venezolano desembolsó 2.178.000.000 dólares para la Planta India Urquía perteneciente al Complejo Generador Termocentro y 8.896.268.823 dólares para la construcción de la Hidroeléctrica Manuel Piar- Tocoma; además de aprobar 98.260.317 dólares para la modernización de la Central Hidroeléctrica José Antonio Páez, todas en la actualidad paralizadas.
La organización Transparencia Venezuela detalló la aprobación de 1.310.000.000 dólares para la modernización Unid. 1 al 6 S. Maq. 1 de Guri; así como 225.000.000 dólares para la construcción del Parque Eólico de la Guajira y 180.000.000 dólares para el Parque eólico Paraguaná, obras también sin concluir.
Además de los 3.035.000.000 de dólares para la construcción de la Planta Termoeléctrica de Bachaquero y la Planta Termoeléctrica Don Luis Zambrano (Sub estaciones) a la que se le otorgaron 1.145.000.000 de dólares.
Así como el proyecto San Gerónimo-Cabruta, al que se aprobaron 35.290.000 dólares.
También fueron entregados 879.950.000 dólares para el Sistema Hidráulico Yacambú – Quibor y 140.400.000 dólares para la Termozulia IV, la cual fue culminada pero no se encuentra operativa.
Cabe destacar, el Sistema Hidráulico El Diluvio-Palmar, obra paralizada de la que aún se desconoce el monto desembolsado.
En conclusión, si solo una de las 16 obras antes mencionadas se hubiese ejecutado con los miles de recursos que fueron otorgados, en la actualidad aliviaría parte de la crisis por lo menos en un estado o región del país.