Un juez de California retrasó este lunes para finales de enero de 2025 la audiencia de los hermanos Erik y Lyle Menéndez, condenados en 1996 por el asesinato a sus padres, con el fin de considerar una nueva sentencia en el caso.
“El juez ha fijado ahora el 30 y el 31 de enero como días para una audiencia plenaria o de Folsom sobre la nueva sentencia”, dijo a la prensa uno de los abogados de los hermanos, Mark Geragos, a la salida del Palacio de Justicia de Van Nuys, en el distrito de Los Ángeles.
La sesión de este lunes buscaba allanar el camino para cambiar las condenas y sentencias de prisión por el asesinato en 1989 tras existir pruebas recientemente descubiertas de que ambos fueron víctimas de abuso sexual infantil por parte de su padre.
La decisión de revisarlas a finales de enero y no el 11 de diciembre, tal y como estaba pactado, se debe a que el juez Michael Jesic precisa de más tiempo para valorar el caso.
El relevo del fiscal general del condado de Los Ángeles, puesto que hasta las elecciones del 5 de noviembre ocupó el progresista George Gascón, también influyó en el aplazamiento.
Aunque en un principio los hermanos Menéndez iban a comparecer por videollamada, en la que los presentes podrían verles el rostro, se tuvo que cambiar a una intervención por audio debido a problemas técnicos de comunicación.
En la vista, Jesic concedió la petición del equipo legal de los Menéndez de escuchar el testimonio de Terry Baralt, hermana mayor del padre de los hermanos, y Joan Vandermolen, hermana mayor de la madre.
“Me gustaría verlos ir a casa. Han pasado 35 años. Es suficiente”, dijo Baralt, de 85 años.
Por su parte, Vandermolen leyó un comunicado a nombre toda su familia, que excluía a uno de sus hermanos, en el que pedían al juez la liberación de sus sobrinos.
“Ningún niño debería vivir con el miedo de que su padre lo viole, y me rompe el corazón que mi hermana lo supiera y no hiciera nada al respecto”, agregó.
Las mociones presentadas antes de la nueva vista serán recibidas hasta el 17 de enero, y se prevé que la audiencia pactada para el 30 de enero se extienda hasta el 31.
La de este lunes fue la primera audiencia en casi tres décadas y la popularidad del caso tras el éxito de la serie sobre el acontecimiento ocurrido en 1989 generó que la corte anunciara días antes que habría 16 asientos disponibles para el público interesado en presenciarla y que estos serían sorteados por medio de una lotería.
Los hermanos fueron hallados culpables en un segundo juicio del asesinato de Kitty y José Menéndez en su casa de Beverly Hills el 20 de agosto de 1989, en un controvertido caso en el que los jóvenes denunciaron haber sufrido abusos sexuales por su padre.
Después de 35 años de prisión, los hermanos recobraron la atención pública debido a la exitosa serie de Netflix ‘Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez’, a la que se sumó un documental y el revuelo de una nueva generación que mira con otros ojos a los que antes fueron vistos como asesinos despiadados. EFE