La fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) ha solicitado este miércoles una orden de arresto para el líder de la junta militar birmana, Min Aung Hlaing, por la deportación y persecución de los rohinyás, crímenes de lesa humanidad cometidos en Myanmar y, que en parte, se extendieron al territorio de Bangladés, en 2017.
El fiscal, Karim Khan, consideró que “existen motivos razonables” para creer que el jefe del gobierno interino, Min Aung Hlaing, tiene “responsabilidad penal” por los crímenes de lesa humanidad presuntamente cometidos entre el 25 de agosto de 2017 y el 31 de diciembre de 2017 por las fuerzas armadas de Birmania, “Tatmadaw”, con el apoyo de la policía nacional, la guardia fronteriza, y de civiles no rohinyás.
Khan subrayó que solicita hoy a los jueces aprobar esta orden de detención después de “una extensa investigación independiente e imparcial”, apoyada en “una amplia variedad de pruebas”, que incluyen testimonios de testigos (incluidos varios testigos internos), pruebas documentales y materiales científicos, fotográficos y de video autenticados.
El brutal operativo que el Ejército birmano lanzó en agosto de 2017 contra la población musulmana rohinyá, en el norte del estado de Rakáin (Arakan), motivó el éxodo de más de 720.000 refugiados a la vecina Bangladés, lo que está también siendo investigado por la ONU por constituir un posible genocidio.
Esta es la primera solicitud de orden de arresto en la CPI contra un alto funcionario del gobierno birmano, pero el fiscal advierte de que “habrá más solicitudes en el futuro”. “Con ello, demostraremos, junto con todos nuestros socios, que los rohinyás no han sido olvidados. Que ellos, al igual que todas las personas en el mundo, tienen derecho a la protección de la ley”, añadió el fiscal.
Ahora corresponde a los jueces de la CPI determinar si esta solicitud cumple el estándar necesario para aprobar la emisión de la orden de arresto solicitada contra el general birmano Min Aung Hlaing, que en 2011 se convirtió en comandante en jefe de las Tatmadaw, y en 2021 encabezó el golpe de Estado que arrebató el poder al gobierno civil de Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz.
“Más de un millón de miembros de la comunidad rohinyá se han visto obligados a huir de la violencia en Myanmar. Estamos agradecidos a todos aquellos que brindaron su testimonio y apoyo a mi oficina, quienes compartieron sus historias, y quienes nos proporcionaron información y materiales”, señaló Khan.
EFE