La fortaleza fantasma en Florida que fue prisión clandestina y oculta misteriosa historia de piratas

La fortaleza fantasma en Florida que fue prisión clandestina y oculta misteriosa historia de piratas

Ubicado en el Parque Nacional Dry Tortugas, este fuerte es hoy un sitio turístico. Foto Facebook Yankee Freedom

 

En el corazón del Parque Nacional Dry Tortugas, a unos 112 kilómetros de Key West, Florida, se encuentra Fort Jefferson, una monumental fortaleza de ladrillo que alguna vez fue un bastión militar, una prisión y un punto clave para navegantes. Su historia está marcada por la piratería, los naufragios y los prisioneros famosos.

Por La Nación





Construido en el siglo XIX, este fuerte es un testigo de la lucha contra la piratería en el Caribe y del desarrollo de la nación estadounidense. Ahora atrae a turistas por su historia y la belleza natural de su entorno.

De acuerdo con National Geographic, antes de que se levantara esta edificación, Dry Tortugas eran conocidas como un refugio para piratas. Durante los siglos XVII y XVIII, estas islas sirvieron como escondite para corsarios que atacaban barcos mercantes en el Golfo. Estos delincuentes aprovechaban los arrecifes y las aguas poco profundas para emboscar a sus víctimas.

¿Por qué se construyó Fort Jefferson en Dry Tortugas?

El fuerte Jefferson comenzó a construirse en 1846 como parte de una red de defensas costeras diseñada para proteger las rutas marítimas en el Golfo de México. La ubicación estratégica de Dry Tortugas, un archipiélago de siete islas, lo convertía en un punto clave para prevenir ataques de piratas y proteger el comercio.

Con más de 16 millones de ladrillos utilizados en su construcción, se convirtió entonces en la estructura más grande de Estados Unidos. De acuerdo con los datos de la Sociedad de Historiadores de la Arquitectura, a pesar de su diseño defensivo y su capacidad para albergar 450 cañones y 1500 hombres, nunca fue escenario de una batalla.

A pesar de su imponente diseño, el fuerte Jefferson fue abandonado en 1906 debido a los daños causados por huracanes y la obsolescencia de su tecnología militar. Durante décadas permaneció en ruinas, expuesto a los elementos y al paso del tiempo.

En 1935, el presidente Franklin D. Roosevelt lo designó como Monumento Nacional, mientras que en 1992 se convirtió en un Parque Nacional. Desde entonces, el fuerte ha sido restaurado parcialmente.

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