La Policía Metropolitana de Londres ha confirmado este miércoles que ha abierto una nueva investigación sobre las denuncias de agresión sexual contra el fallecido propietario de Harrods, Mohamed Al-Fayed, que hasta el momento ha identificado a 90 víctimas. El caso del magnate egipcio y expropietario de Harrods representa una escalofriante serie de acusaciones que, de confirmarse, pondrían en evidencia décadas de posibles abusos sistemáticos y una red de encubrimiento. Las denuncias contra él incluyen violaciones y abusos a más de 111 mujeres a lo largo de 40 años, con víctimas que supuestamente incluyen a menores de edad, la más joven de solo 13 años, según una investigación de The Guardian.
Por larazon.es
Actualmente, Scotland Yard está investigando no solo los supuestos crímenes de Fayed, sino también la posible complicidad de cinco personas, señaladas como facilitadoras de estos actos. Además, se está revisando si en el pasado hubo negligencias o encubrimientos en las investigaciones policiales relacionadas con él, lo que podría implicar cargos de corrupción contra oficiales actuales o retirados.
Este caso no solo arroja luz sobre los presuntos abusos de poder cometidos por Fayed, sino también sobre posibles fallos sistémicos que habrían permitido que saliera impune durante décadas. La investigación plantea interrogantes urgentes sobre la capacidad de las instituciones para proteger a las víctimas frente a personas influyentes y con vastos recursos.
Según informó The Guardian, agentes de policía corruptos habrían ayudado a Fayed a perseguir a empleados que lo desafiaron, incluyendo una joven que supuestamente rechazó sus avances sexuales.
Desde la emisión de un documental por la BBC en septiembre, 90 nuevas presuntas víctimas han salido a la luz, sumándose a las 21 mujeres que ya habían denunciado crímenes entre 2005 y su muerte en 2023. Esto eleva a 111 el número de víctimas potenciales en una investigación que abarca desde 1977 hasta 2014. La Policía Metropolitana (Met) ha remitido voluntariamente casos anteriores a la Oficina Independiente de Conducta Policial (IOPC) para evaluar si las investigaciones originales fueron deficientes o incluso deliberadamente saboteadas.
El comandante Stephen Clayman, de la Met, reconoció los posibles daños a la confianza pública y expresó el compromiso de abordar estas acusaciones con transparencia y rigor. Subrayó la importancia de que más supervivientes se presenten para contribuir a la investigación, aunque Fayed ya no pueda ser procesado. La Met ha revisado más de 50.000 páginas de evidencia, incluyendo testimonios de víctimas y materiales recopilados en investigaciones previas.