Un estudio ha comprobado que las personas que comenzaron a tomar antirretrovirales contra el VIH a partir del 2007 presentan un reservorio viral -donde el virus se esconde- mucho menor que las tratadas anteriormente, lo que muestra cómo han mejorado los tratamientos.
En el mundo se estima que 39,9 millones de personas viven con el VIH, de las cuales el 77% tiene acceso a terapia antiretroviral, según datos de la Fundación Lucha Contra las Infecciones de Barcelona (España).
Los antirretrovirales representan uno de los mayores avances en la historia del VIH, un virus letal que la ciencia ha logrado mantener bajo control con este tratamiento, si bien sigue sin haber una curación.
El principal obstáculo para erradicar el VIH es el reservorio viral, que son las células donde el virus se esconde y en las que el tratamiento antirretroviral no tiene ningún efecto.
El reservorio viral es el responsable de que el VIH nunca se pueda eliminar del cuerpo humano, puesto que el virus se reactiva y sale de los escondites celulares cuando los pacientes dejan el tratamiento antirretroviral.
Un estudio liderado por IrsiCaixa, centro impulsado conjuntamente por la Fundación ”la Caixa” y el Departamento de Salud del Gobierno de Cataluña, vincula la mejora de las terapias antirretrovirales en los últimos años, así como el inicio inmediato del tratamiento tras el diagnóstico, con una reducción del reservorio viral en las personas con VIH.
El estudio, publicado en la revista Journal of Clinical Investigation en vísperas del Día Mundial del Sida (1 de diciembre), abarca datos de hasta casi 900 personas diagnosticadas y tratadas en los últimos 30 años.
Según el IrsiCaixa, las conclusiones revelan una tendencia esperanzadora: las personas que comenzaron el tratamiento a partir de 2007 presentan un reservorio viral hasta cuatro veces menor que las diagnosticadas y tratadas anteriormente a ese año.
Esta reducción coincide con la aprobación de fármacos que impiden la integración del VIH en las células y con la implementación de guías clínicas que recomiendan iniciar el tratamiento de inmediato tras el diagnóstico.
“La evolución y los avances en el tratamiento del VIH nos ha permitido domar el reservorio viral”, ha explicado el investigador principal de IrsiCaixa y profesor ICREA, Javier Martínez-Picado.
Para el investigador, “estos hallazgos demuestran que los nuevos tratamientos no solo son efectivos para reducir la carga viral, sino que también allanan el camino hacia una curación, ya que disminuyen el principal obstáculo para erradicar el virus de manera definitiva”.
Desde 2007, las personas que inician el tratamiento no solo muestran un reservorio viral inferior sino que también presentan un sistema inmunitario en mejor estado, pues el estudio que los niveles de células inmunitarias se mantienen significativamente más altos, según los investigadores del estudio.
“Hoy en día disponemos de terapias cada vez más eficaces, algunas de las cuales no requieren administración diaria, lo que mejora la calidad de vida de las personas con VIH. Además, estos avances en el tratamiento están creando condiciones más favorables para avanzar hacia una posible curación”, ha subrayado Martínez-Picado.
A la espera de una vacuna que pueda curar la enfermedad, el tratamiento antirretroviral, si se sigue de forma adecuada, hace que las personas sean “indetectables”, lo que quiere decir que el reservorio de virus queda tan reducido que no aparece en el análisis de sangre y tampoco se transmite a otras personas.
Ante una enfermedad que no tiene curación, la prevención sigue siendo fundamental para evitar contagios, pero las entidades alertan de la lista de espera para obtener un tratamiento PrEP (Profilaxis Preexposición).
El PrEP es una estrategia de prevención del VIH que consiste en tomar un medicamento para evitar la infección en personas que no tienen el virus pero tienen un alto riesgo de contraerlo, una estrategia que ha reducido significativamente la propagación de la infección. EFE