El triunfo de la resistencia
La historia reciente ratifica que la resistencia organizada y corajuda es el germen de toda insurrección y la certeza de la liberación. En la India, fue la determinación noviolenta de Gandhi lo que rompió las cadenas coloniales; en Sudáfrica, Mandela transformó la ira en esperanza y venció al apartheid. En América Latina, la resistencia civil permitió derrocar a las dictaduras militares. Hoy, Venezuela retoma ese legado de lucha. La resistencia liderada por María Corina Machado es una llama que se enciente y promete un incendio liberador.
María Corina no improvisa. Su fuerza radica en la claridad moral y en su conexión con el hartazgo de un pueblo que ha decidido cambiar la historia.
Encontrará la grieta en la muralla chavista y la hará estallar.
Un régimen podridísimo
Las tiranías no solo caen por la fuerza externa; muchas veces su ruina viene de sus entrañas. El chavismo es un régimen corroído, gangrenado por la corrupción y el desenfreno. Los mismos que ayer proclamaban un falso igualitarismo hoy engordan cuentas en paraísos fiscales mientras millones de venezolanos piden limosna en el mundo. El petróleo se ha convertido en un botín saqueado por las mafias y el narcotráfico: compra putas y las engorda. El chavismo es un harén donde los regordetes nuevos ricos se babean. Un asco humano.
La voracidad de los corruptos hace que el régimen se desmorone por su gordura corrupta. Su colapso no es un tema de “si”, sino de “cuándo”. Y es inminente.
El chavismo apesta a muerto.
El reinado de la corrupción
Así como la Revolución Francesa, en su degeneración, dio paso al “Reinado del Terror”, el chavismo se ha transformado en aquello contra lo que alguna vez fingió luchar. La corrupción desmedida ha vaciado al país, convirtiendo la justicia en burla y el “progreso” en espejismo. Hoy no queda un solo chavista honesto; ni uno. Cada figura del régimen carga consigo una estela de riqueza mal habida y traición a Venezuela. En sus bolsillos caben los sueños de millones, y en sus sonrisas hipócritas se refleja la tragedia nacional. Este “reinado de la corrupción” no solo ha arrasado con el país, lo ha descompuesto. Hay que reinventarlo. Es tu tarea; es la mía.
Lo que pretendía ser una revolución terminó siendo una catástrofe moral y social. El socialismo es una cloaca, el desagüe de la perfidia.
La historia no absolverá la corrupción chavista; la hundirá.
Hasta el final, hasta la victoria, hasta la libertad
El 10 de enero será un día decisivo, una grieta histórica que separará el pasado de un futuro de esperanza. El chavismo, atrapado en su desesperación, cometerá otro golpe de Estado para intentar perpetuarse. Pero esta vez, algo será distinto: el pueblo venezolano está unido, está listo y organizado para derrocarlos. Como las grandes resistencias de la historia, desde el Levantamiento de Varsovia hasta la Revolución de los Claveles en Portugal, la lucha popular se alzará con una fuerza arrolladora. María Corina Machado será el rostro visible de un movimiento sublime, inspirador, inolvidable.
El poder de un pueblo decidido a ser libre no tiene paralelo ni fuerza corrupta que lo detenga. El 28 de julio fue el principio del fin.
Desde el emíreo el Supremo Autor nos alienta:
¡Hasta el final!
¡Hasta la victoria!
¡Hasta la libertad!