Roderick Navarro: La bomba de tiempo entre Brasil y Venezuela

Roderick Navarro: La bomba de tiempo entre Brasil y Venezuela

Roderick Navarro @RoderickNavarro

Recientemente, Gustavo Silva visitó Brasil en representación del Comando con Venezuela para entregar a los representantes del Congreso el Informe Técnico Electoral y originales en físico de las actas relacionadas de las elecciones del pasado 28 de julio, en las que Edmundo González Urrutia resultó electo con casi 70 % de los votos.

El enviado de la oposición venezolana fue recibido por una amplia gama de diputados y senadores de distintos partidos, quienes le hicieron numerosas preguntas sobre el proceso electoral, el resultado, los desafíos técnicos que enfrentaron los venezolanos en ese día y la seguridad de María Corina Machado.

Es importante destacar que la situación de Venezuela es considerada por la gran mayoría de la oposición brasileña como un caso de estudio crucial, ya que el sistema electoral permite el voto impreso y su conteo público. El 28 de julio, los venezolanos organizados en el Comando con Venezuela se estructuraron de una forma tan específica e inédita que consiguieron superar los obstáculos del régimen y obtener el 83,5 % de las actas. Esta acción ciudadana resultó en la validación indiscutible de la victoria del candidato democrático frente al régimen tiránico, algo que ahora es claro para las fuerzas políticas democráticas de la región.





A raíz de esto, surgieron diversas propuestas. Al igual que en Colombia, España y Chile, las fuerzas democráticas del Poder Legislativo brasileño asumieron un papel activo en defensa del Estado de derecho en Venezuela y del deseo de los venezolanos de vivir en libertad y orden. La Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional (CREDN) de la Cámara de Diputados realizará una audiencia pública para discutir el informe técnico y las actas originales, que pudieron ser revisadas por los parlamentarios. Se espera que en este espacio surjan iniciativas a ser dirigidas al Ministerio de Relaciones Exteriores. 

Asimismo, se planteó la idea de que un grupo de senadores y diputados se reuniera con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva para presentarle el informe técnico y las actas originales. Resulta llamativo que esta propuesta haya sido formulada por el senador Flávio Bolsonaro, en una rueda de prensa convocada por la senadora Tereza Cristina, junto con otros 17 senadores de diversos partidos.

Recordemos que tanto Lula como su asesor especial para Asuntos Internacionales, Celso Amorim, han afirmado públicamente que no conocen estas actas de la oposición. Si esto se concreta y Lula reconoce las actas, sería un acto de unión política nacional comparable solo con la colaboración entre demócratas y republicanos en el Congreso de los Estados Unidos, en torno a la crisis venezolana. Finalmente, es posible que surjan otras iniciativas desde la Cámara del Senado. En definitiva, la visita de Gustavo Silva ha sido una victoria para todos los venezolanos, especialmente después de que actores alineados con el discurso chavista emprendieran una campaña de difamación en Brasil contra la lucha por la liberación de Venezuela.

Sin embargo, en medio de estos acontecimientos, existe una bomba de tiempo. Desde marzo de 2024, varios venezolanos se encuentran asilados en la embajada de Argentina en Caracas: Pedro Urruchurtu, Magalli Meda, Humberto Villalobos, Claudia Macero, Omar González y Fernando Martínez. La tiranía asedió a la delegación diplomática argentina hasta expulsarla, lo que llevó al gobierno de Javier Milei a solicitar que Brasil asumiera la protección de su embajada en la capital venezolana, tal como ocurrió en 2001, cuando Brasil protegió la embajada de Argentina en Lima, Perú.

La ilegitimidad del resultado electoral a favor de Nicolás Maduro es tan evidente que ni el propio Lula puede reconocerlo. Este hecho ha provocado una fractura en las relaciones entre Brasil y Venezuela, lo que ha generado consecuencias internas en Brasil. Por todo esto, Maduro ha intensificado sus acciones de acoso contra los asilados en la embajada. Al momento de escribir este artículo, ya ha pasado una semana desde que la policía política destruyó las instalaciones eléctricas del edificio, y 48 horas desde que la empresa pública de agua suspendió el suministro. Además, los alrededores están asediados por la policía política, impidiendo el acceso a servicios básicos a estas personas.

La dictadura se niega a proporcionar los salvoconductos para que el gobierno de Brasil retire a los asilados políticos. Esta acción inhumana pone en riesgo la vida de los venezolanos allí refugiados. Si les sucediera algo, las consecuencias políticas para Lula serían sumamente complicadas, especialmente dado su creciente nivel de impopularidad, consecuencia del debilitamiento de la economía local debido a las políticas de su gobierno.

La oposición en el Congreso podría presionar al Ministerio de Relaciones Exteriores para que adopte una postura más firme frente a esta situación y ponga a Brasil en una posición de mediador efectivo. La unión de todas las fuerzas políticas para la pacificación de Venezuela traería grandes beneficios a Brasil, comenzando por frenar el éxodo de más de 500 venezolanos que llegan a  diario por la frontera en Pacaraima, Roraima.

Pero el tiempo corre. Cada hora que pasa es una hora más de sed, sin luz ni alimentos en la embajada de Argentina en Caracas: la bomba de tiempo entre Brasil y Venezuela.