Ayer, frente a la emblemática Plaza de Simón Bolívar en Washington, D.C., una multitud de venezolanos exiliados y defensores de derechos humanos alzaron su voz para exigir a la Corte Penal Internacional mayor celeridad en el caso Venezuela I, que investiga los crímenes de lesa humanidad perpetrados en el país. La protesta formó parte de una convocatoria global liderada por María Corina Machado, destacada figura de la oposición venezolana, que tuvo eco en ciudades de todo el mundo.
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El Clamor Internacional: “¡Justicia Tardía No Es Justicia!”
Los manifestantes portaron pancartas con mensajes dirigidos al fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, cuestionando su imparcialidad en la gestión del caso Venezuela I. La protesta destacó la participación del profesor Robert Carmona Borjas, CEO de la Fundación Arcadia, quien lidera la solicitud formal de recusación del fiscal Khan. Este pedido se fundamenta en un claro conflicto de interés, dado el vínculo familiar entre Khan y su cuñada, Venkateswari Alagendra, quien actúa como abogada defensora de Nicolás Maduro. Según la Fundación Arcadia, esta relación vulnera las disposiciones del Estatuto de Roma, específicamente los artículos 41(2) y 42(5), que garantizan la imparcialidad de los funcionarios de la CPI, y constituye una violación grave a los estándares éticos de transparencia en procesos judiciales internacionales.
Conflicto Ético y Retos Judiciales
El profesor Robert Carmona Borjas explicó que la Sala de Apelaciones de la Corte Penal Internacional (CPI) concedió al fiscal Karim Khan una prórroga, fijando como plazo final el pasado 29 de noviembre de 2024 para presentar su escrito de defensa ante la solicitud de recusación fundamentada en un presunto conflicto de interés. Sin embargo, hasta el momento no hay registro de que el Fiscal Khan haya consignado dicho escrito.
La Fundación Arcadia sostiene que este silencio podría ser parte de una estrategia del fiscal para inhibirse del caso por cuenta propia y evitar así una decisión adversa por parte de la Sala de Apelaciones, que actualmente evalúa la solicitud de recusación presentada por la Fundación Arcadia. No obstante, la directiva de Arcadia insiste en que, más allá de una eventual inhibición, es crucial que la Corte imponga sanciones por cualquier violación ética, subrayando así su compromiso con la transparencia y el apego a los estándares de ética profesional.
“La inhibición voluntaria del Fiscal Karim Khan podría avanzar si esa es la vía que éste tomará evadir las imputaciones en su contra, pero instamos a la Sala de Apelaciones a tomar acciones decisivas para garantizar la transparencia y el debido proceso. Millones de venezolanos dependen de esta justicia internacional para restaurar su dignidad y derechos fundamentales,” declaró Carmona Borjas durante la protesta en Washington, D.C..
Una Protesta Mundial: Solidaridad en Acción
Gracias a la diferencia horaria, las primeras manifestaciones comenzaron en ciudades como Tokio, Melbourne y Auckland, donde migrantes venezolanos demandaron acciones inmediatas de la CPI. En Madrid, España, los exiliados se reunieron en apoyo a Edmundo González, presidente electo en el exilio, quien prometió regresar a Venezuela el próximo 10 de enero para asumir el cargo.
De igual manera, en La Haya, sede de la Corte Penal Internacional, venezolanos expatriados entregaron cartas formales a los magistrados del tribunal solicitando celeridad en el proceso. En otras regiones, desde Barinas hasta Carúpano en Venezuela, ciudadanos desafiaron la represión estatal para unirse simbólicamente al llamado global.
Mensajes de Esperanza y Resistencia
En el evento realizado en Washington, D.C., resonaron mensajes cargados de determinación y llamados a la acción dirigidos a la comunidad internacional, instándola a no desviar la mirada de la causa venezolana.
“Hablo por millones de venezolanos al pedir a las autoridades de Estados Unidos que mantengan una vigilancia activa sobre la situación en Venezuela, ampliando las sanciones como herramienta para presionar al régimen a respetar los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio. Además, es crucial reforzar el cerco contra los responsables de los crímenes desde el poder en Caracas. Venezuela merece recuperar un entorno de libertad y desarrollo digno; no puede seguir siendo pisoteada,” expresó el periodista venezolano Andrés Segovia, conmoviendo a los asistentes con su contundente llamado.
Los manifestantes enfatizaron que esta protesta no se limita a exigir justicia por los crímenes de lesa humanidad ya cometidos, sino que busca prevenir futuros atropellos y reafirmar el compromiso global con la causa de la libertad. “¡El mundo está observando!” fue el mensaje unánime de los asistentes, recordando al régimen que la impunidad no será tolerada y que la lucha por la dignidad del pueblo venezolano trasciende fronteras.
Un Caso de Alto Impacto
El caso Venezuela I ante la Corte Penal Internacional (CPI) aborda graves acusaciones de crímenes de lesa humanidad cometidos por funcionarios del régimen de Nicolás Maduro, incluyendo torturas sistemáticas, persecuciones políticas y otras violaciones flagrantes de derechos humanos. Este proceso representa para millones de venezolanos una de las últimas esperanzas legales para obtener justicia en medio de un contexto de impunidad y un colapso institucional que ha desmantelado las garantías internas.
Más que un juicio, este caso simboliza una oportunidad histórica para restablecer la confianza en la justicia internacional, enviar un mensaje claro contra los abusos de poder y reivindicar la dignidad de las víctimas. Su desenlace no solo tendrá implicaciones directas en Venezuela, sino que también será un precedente crucial para la defensa de los derechos humanos a nivel global.