Seis opositores venezolanos, asilados en la embajada de Argentina en Caracas bajo la protección de Brasil, han denunciado condiciones de vida críticas y un constante hostigamiento por parte del régimen de Nicolás Maduro. En un video y una entrevista difundidos este martes, los asilados describen su situación como una “tortura psicológica” y afirman ser tratados como “rehenes”.
El exdiputado Omar González, de 75 años, compartió su experiencia en una entrevista con DNews. “Tenemos casi nueve meses asilados en la embajada argentina en Caracas. Fueron expulsados los diplomáticos de la Argentina por el régimen de Nicolás Maduro. Como ustedes saben, estamos supuestamente bajo la protección de Brasil, pero ni siquiera a los diplomáticos de Brasil les permiten el acceso”.
Los asilados han implementado un plan de racionamiento para sobrevivir en estas condiciones. “Hemos podido llenar 11 botellones de agua potable para consumirla y racionarla hasta donde podamos. Y los alimentos igualmente”, detalló González. Sin embargo, sus intentos de recibir ayuda desde el exterior han sido frustrados. “El domingo pasado quisimos intentar que unos motorizados nos trajeran algunos víveres y fueron detenidos. Los acusan de terroristas y sospechosos de terrorismo porque nos trajeran unas pizzas para almorzar”, añadió.
La situación se complica aún más con el uso de drones por parte del régimen para vigilarlos y el bloqueo ocasional de señales telefónicas. “Esto es terrorismo psicológico. Algunos partidarios del régimen de Maduro dicen: ‘bueno, si están tan mal, ¿por qué no se salen?’ Salirse es entregarse, rendirse, y que nos lleven a las cárceles del horror que tiene Maduro en este país”, declaró González.
González hizo un llamado al presidente argentino Javier Milei para que “aumente la presión” sobre el régimen de Maduro y lamentó que ni los diplomáticos en Caracas ni el papa Francisco se hayan pronunciado sobre su situación. “Llegó el momento de la acción. Aquí deberían estar los carros de los diplomáticos de los distintos países acreditados en Venezuela exigiendo respeto a la Convención de Viena, a la Convención de Caracas, al asilo y al derecho internacional”, exigió.
A pesar de las adversidades, González se mantiene ocupado escribiendo artículos de opinión y sus compañeros intentan realizar actividades físicas para sobrellevar la situación. “Cada uno lo lleva de manera diferente”, concluyó, describiendo su estado emocional como una “montaña rusa”.