Zelenski renovó su cúpula castrense con militares respetados y con experiencia en la guerra

Zelenski renovó su cúpula castrense con militares respetados y con experiencia en la guerra

Combatientes extranjeros asisten a un entrenamiento con la 3.ª Brigada de Asalto de Ucrania, en un lugar no revelado en la región de Járkov, Ucrania, el 2 de diciembre de 2024 (emitido el 3 de diciembre de 2024). Tras el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, el gobierno ucraniano reguló la incorporación gradual de combatientes extranjeros a las fuerzas armadas regulares. La 3.ª Brigada de Asalto de Ucrania abrió sus filas a combatientes extranjeros recientemente, atrayendo a varios ciudadanos colombianos. Los combatientes extranjeros que se unen al ejército ucraniano firman un contrato de trabajo que les otorga los mismos derechos que los soldados ucranianos. (Rusia, Ucrania) EFE/EPA/MARIA SENOVILLA

 

En un contexto de críticas por el excesivo personalismo de su administración y por los errores cometidos en la defensa de algunas plazas, y ante las dificultades de reclutar a un número suficiente de nuevos soldados, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha decidido renovar su cúpula castrense con el nombramiento en posiciones clave de tres militares respetados y con experiencia directa en combate.

“Me parecen cambios positivos”, dice a EFE el analista militar ucraniano Oleksandr Kovalenko, que destaca la trayectoria “impecable” de más de una década en el campo de batalla de los tres comandantes. “Tienen reputación entre las tropas y no son burócratas, sino generales de combate”, agrega.

Los cambios fueron anunciados el pasado viernes, cuando se supo que el hasta ahora número dos del Estado Mayor, Mijailo Drapati, asumiría el puesto de comandante de las Fuerzas Terrestres ucranianas.

Veterano de la guerra contra los rebeldes prorrusos activados en 2014 por el Kremlin, Drapati ha servido en diversas posiciones desde la invasión a gran escala que empezó en 2022.

En mayo de este año fue nombrado de urgencia máximo responsable de las tropas ucranianas encargadas de parar la ofensiva transfronteriza rusa en el noreste de Ucrania, una tarea que llevó a cabo con éxito al detener en pocos días un avance ruso que amenazaba a la urbe de Járkov, la segunda más grande del país después de Kiev.

Mejorar la gestión de personal

Según explicó el presidente Zelenski al hacer el anuncio, sus dos principales misiones serán reforzar las capacidades de combate del Ejército y mejorar la gestión de personal.

Uno de los grandes retos de los tres militares será optimizar los recursos humanos cada vez más escasos de los que dispone el Ejército ucraniano para continuar la guerra. Zelenski avanzó este lunes -sin dar más detalles sobre las posiciones o los nombres- que tiene previsto anunciar más cambios en los puestos de mando.

Según explicaron a EFE varios soldados, las unidades más valoradas del Ejército ucraniano tienen una lista de espera de potenciales reclutas voluntarios, mientras que las dirigidas por los comandantes peor considerados deben engrosar sus filas con reclutas movilizados a la fuerza y por medios expeditivos a menudo ilegales para que no tengan tiempo de intentar elegir unidad.

Para el experto militar Yuri Butúsov, Drapati es una elección acertada como nuevo jefe de las Fuerzas Terrestres. El analista advierte sin embargo que los resultados sólo llegarán si se le permite tomar decisiones sin interferencias políticas y sustituir a los mandos que han sido nombrados por criterios políticos.

“Si se le permite hacer cambios de personal habrá resultados; si no, no”, dice Butúsov en uno de sus programas en YouTube donde tiene audiencias de cientos de miles de espectadores.

La segunda novedad anunciada por Zelenski es la asunción del hasta ahora comandante de la 95ª Brigada de Asalto Aéreo, Oleg Apóstol, que sustituirá precisamente a Drapati -que según Butúsov tuvo un paso estéril por el cargo debido a sus funciones eminentemente burocráticas- como segundo del Estado Mayor a cargo de la instrucción de los soldados.

Las carencias en la preparación militar de los nuevos reclutas, debido en parte a las urgencias que provocan las dificultades para encontrar soldados motivados, es uno de los problemas más invocados por los combatientes ucranianos que llevan tiempo en el frente.

Como en el caso de Drapati, Butúsov alaba las competencias de Apóstol, pero alerta de la posibilidad de que los nombramientos no vayan más allá del “efecto mediático” y duda de que exista un plan concreto de acción para hacer cambios reales.

Aires del frente en la oficina presidencial

La tercera designación del presidente es la del ya excomandante de la 93ª Brigada Mecanizada Pavló Palisa, que ha sido nombrado jefe adjunto de la oficina presidencial de Zelenski para asuntos militares.

“Por primera vez, Zelenski nombra como segundo de su oficina a un militar profesional con autoridad en el Ejército y experiencia en la guerra actual”, dijo en su emisión Butúsov, que ve en el nombramiento una oportunidad para mejorar la comunicación entre el poder político y el Ejército.

Butúsov destaca, además, los efectos benéficos que puede tener la llegada de “un hombre de acción” acostumbrado a tomar decisiones propias a una oficina presidencial criticada a menudo por el control férreo que ejerce sobre ella el hombre de confianza de Zelenski, Andrí Yermak.

Antes de volver a Ucrania debido al comienzo de la invasión militar rusa, Palisa cursó estudios militares en Estados Unidos. Su dominio del inglés es una aptitud poco habitual entre la jerarquía militar ucraniana y le permitirá establecer desde un puesto de responsabilidad político establecer comunicación más directa con los medios extranjeros y los socios internacionales de Ucrania.

En declaraciones a EFE, el analista militar Mijailo Samus destaca como sus colegas la experiencia militar de los nombrados. “Es un proceso natural”, dice sobre el hecho de que en un Ejército curtido en la guerra tomen las posiciones de mando militares que han combatido.

“Se trata de una modernización perfectamente normal que continuará y será todavía más profunda”, concluye Samus. EFE

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