Las cámaras captaron a un hombre de pie durante cinco minutos en la calle West 54 que ignoraba el ajetreo de gente que transitaba muy temprano en la mañana.
Por María Cramer | The New York Times
Volvieron a captarlo cuando, en la oscuridad, a las 6:44 a. m., fijó su objetivo, Brian Thompson, director ejecutivo de UnitedHealthcare, quien caminaba al otro lado de la calle.
Y captaron un video del agresor, que iba vestido de negro y llevaba una mochila gris, cruzando la calle y acercándose a Thompson. Parecía tranquilo mientras levantaba un arma, disparaba varias veces y se alejaba.
Las cámaras de vigilancia captaron los segundos previos al tiroteo del miércoles por la mañana contra Thompson, los momentos fatales y lo que le siguió de inmediato, lo que dejó a los investigadores un rastro de pruebas digitales para ayudar a buscar a un hombre que era “diestro” con las armas de fuego, según Joseph Kenny, jefe de detectives del Departamento de Policía de Nueva York.
Tras los atentados del 11 de septiembre, el Departamento de Policía, con ayuda del gobierno federal, dedicó recursos a ampliar sus capacidades de vigilancia. Nueva York dispone ahora de un vasto sistema de cámaras, tanto públicas como privadas, que la policía puede examinar para localizar a personas.
La ciudad tiene “capacidades de investigación muy superiores a las de la mayoría de los municipios”, dijo Brittney Blair, directora sénior de la consultoría de investigaciones y disputas de K2 Integrity, que asesora a empresas sobre gestión de riesgos y seguridad.
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