Mitzy Capriles de Ledezma: Preso todo el mundo

Mitzy Capriles de Ledezma: Preso todo el mundo

La locura extrema es lo que desborda los límites de la paciencia de cualquier observador que mire desde lejos o cerca, la tragedia que padecemos los venezolanos. Se da el caso de que ¡hasta los propios aliados del cacareado Socialismo del Siglo XXII!, ahora le dan la espalda a Nicolás Maduro, convencidos como están, “de que ese hombre está desquiciado”. Así lo sentencio Don Pepe Mujica, líder reconocido de la izquierda latinoamericana, el expresidente uruguayo al que antes veíamos encaramado en las tribunas que instalaban para que Hugo Chávez discurseara ante multitudes que lo vitoreaban.

Pero como reza la canción “todo tiene su final” y por lo visto, para el presidente Lula da Silva se acabó el tiempo de seguir soportando los desaires y burlas de Maduro y sus voceros. Lo mismo pasa con el primer Magistrado colombiano Gustavo Petro, quién no se guardó retorica para seguir describiendo lo que es y cómo es un dictador. Por lo escuchado, no hay que ser ningún avezado en politología, para concluir que estaba haciendo con sus palabras, un retrato hablado de Nicolás Maduro. Ese panorama asoma una soledad, que no es otra que la condición de paria que refleja Maduro, hoy sin respaldo interno, porque ni los militantes del chavismo lo defienden, y qué decir de esos tradicionales asociados que no faltaban a cuanto templete montó Chávez, con el océano de petrodólares que despilfarró, para financiar todos esos enclaves adscritos al fracasado modelo del Socialismo del Siglo XXI.

Por eso a Maduro se le ve empecinado en seguir cometiendo delitos de lesa humanidad. Continúan las detenciones arbitrarias, que no se limitan a apresar a miles de ciudadanos venezolanos, sino que en su esquizofrenia extrema, ordena capturar y meter entre rejas a ciudadanos de origen italiano, Checo, portugués, argentino, español o estadounidenses. O sea, que se está buscando enemigos por todas partes, porque esa ola represiva hace ver que lo que ocurre en Venezuela, es ciertamente un terrorismo de Estado, tal como lo catalogaron los especialistas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.





Las apariencias no engañan y eso es lo que sucede cuando Maduro pretende simular que está sacando de las cárceles a los disidentes que ha reducido a prisión caprichosamente. Nadie se deja “tomar el pelo”. Es más que conocida la internacionalmente famosa figura de la “puerta giratoria” que activa Maduro, en los dos sentidos. Maduro lleva años enclaustrando en sus cárceles a gente inocente, a algunos los libera según su interés circunstancial, mientras que simultáneamente arrasa con otros detenidos, tal como acontece ahora mismo al enterarnos de la privación arbitraria de lideres en el estado Bolivar y en la capital Caracas.

Reitero lo que recientemente describí en mi crónica semanal, tenemos a seis ciudadanos inocentes que de asilados pasaron a ser rehenes de la dictadura de Maduro! Esos ciudadanos están amenazados constantemente en residencia diplomática de Argentina que por ahora custodia el gobierno de Brasil. No solo les impiden que ingrese agua potable o alimentos a ese inmueble, también les contaron el servicio de energía eléctrica, y el pasado viernes, fueron avistados francotiradores apostados en las adyacencias de la sede diplomática. Cada quién que saque sus propias conclusiones de lo que puede esperarse de esas acechanzas…