Referencial
La angustia y la desesperación siguen marcando a las familias de los presos políticos en Venezuela. Una madre, con un relato lleno de dolor, narró su reciente visita a su hijo Mauricio, detenido en la cárcel de Tocorón desde hace varios meses tras las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio de 2024.
Por: lapatilla.com
En su testimonio, la madre de Mauricio describió cómo la incertidumbre y el maltrato psicológico afectan tanto a los detenidos como a sus familiares. “Entré, lo vi y me dijo: ‘Bendición, mamá. Esta es la última visita por este año’”. Estas palabras dejaron a la madre en shock, quien inicialmente no comprendía la gravedad de la situación, hasta que su hijo le explicó que el viceministro había visitado el penal con un mensaje desolador: “No habría más visitas familiares para el resto del año y las festividades decembrinas no tendrían ningún significado para ellos”.
“Que se abrazaran entre ellos mismos y dejaran el show de estar ahorcándose, porque el próximo que vuelva a hacer eso nos van a castigar a todos”, le relató su hijo entre lágrimas. Estas declaraciones evidencian un ambiente de extrema presión dentro de la prisión, donde la desesperanza parece dominar a los detenidos.
La madre también expresó el dolor de escuchar a su hijo pedirle que se marchara del país: “Mamá, vámonos de este país. Yo no quiero pasar más nunca por lo que estoy pasando aquí. Se metieron con lo más sagrado: mi familia, usted, mi hermana”.
El relato refleja el sufrimiento y la deshumanización que enfrentan los presos políticos, así como las graves restricciones impuestas a sus derechos y los de sus familias. La madre concluye con un ruego desesperado: “Yo no entiendo por qué esta gente es tan mala, Diosito”.