Luis Alejandro Mogollón, primer teniente de la promoción 2012 de la Academia Militar de Venezuela, se encontraba privado de libertad en la cárcel militar de Ramo Verde desde marzo de 2017, y actualmente, está en libertad y fuera del país.
Por: lapatilla.com
En un impactante testimonio por medio de una cámara oculta que difunde en sus redes sociales el periodista Jesús Medina, el primer teniente Luis Mogollón relató las terribles torturas físicas y psicológicas que sufrió a manos de funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), quienes, según sus palabras, actúan sin límites ni respeto por los derechos humanos.
Mogollón describió las sesiones de tortura como brutales, incluyendo golpes en el abdomen mientras era encapuchado con una bolsa impregnada de un polvo blanco conocido como “gas”, un agente químico que debía inhalar forzadamente. Estas prácticas, afirmó, eran aplicadas con el fin de doblegar su voluntad y la de otros detenidos, quienes también han sido sometidos a similares abusos.
Entre las secuelas más graves que sufrió, fue una doble fractura craneoencefálica en ambos parietales, resultado de las agresiones recibidas. Señaló que no recuerda con claridad el momento en que le fueron infligidas estas lesiones, pero advirtió que su vida estaba en constante riesgo, ya que un golpe en esa área podría ser fatal.
A lo largo de su detención, Luis Mogollón enfrentó un largo y tortuoso proceso judicial. Según relató, pasaron dos años desde su captura antes de que se realizara su audiencia preliminar, con un total de 33 diferimientos previos. Durante este tiempo, no solo fue privado de atención médica adecuada, sino también expulsado y degradado de sus funciones como oficial. Lo acusaron de traición a la patria, rebelión e instigación a la rebelión, cargos que él considera infundados y parte de una persecución política.
En un mensaje dirigido a sus compañeros de armas y a las futuras generaciones de oficiales, Mogollón hizo un llamado a actuar conforme a la Constitución, recordándoles que las leyes están claras y que cumplir órdenes que las violen no es justificable. “El miedo no puede ser excusa para desviarse del deber”, señaló, exhortando a sus colegas a defender los derechos humanos y el bienestar del pueblo venezolano.