Este martes 17 de diciembre, las autoridades chilenas informaron la desarticulación de una célula de la banda trasnacional de origen venezolano Tren de Aragua y de la detención de al menos cuatro de sus integrantes, por trata y explotación sexual de mujeres y por su presunta implicación en un homicidio durante el transcurso del mes de septiembre.
El fiscal del Equipo del Crimen Organizado y Homicidios (Ecoh) del Ministerio Público, Sergio Soto, explicó en declaraciones a los medios que los detenidos se dedicaban a “la coordinación, el traslado de las mujeres donde prestaban sus servicios sexuales y el cobro de los dineros”.
La investigación arrancó a raíz del homicidio en octubre de un joven venezolano de 21 años, miembro de la banda y cuyo cuerpo calcinado fue encontrado en la comuna de Colina, en el norte de la capital. El fiscal explicó que el joven fue asesinado porque “incumplió” algunas de las reglas internas de la banda.
El Tren de Aragua nació en las cárceles de Venezuela y se ha extendido por Colombia, Perú, Bolivia y Chile, donde las autoridades la acusan de cometer numerosos delitos, como narcotráfico, extorsión, secuestros y homicidios.
Hace dos semanas fue detenido en Colombia Carlos Gómez, alías ‘Bobby’, líder del Tren de Aragua en Chile y considerado hombre de confianza de Héctor Guerrero Flores, alias ‘Niño Guerrero’, cabeza de la organización criminal internacional. Gómez huyó presuntamente de Chile hace unos tres meses producto de los esfuerzos para capturarlo por parte de las autoridades.
Chile vive desde hace unos años una crisis de inseguridad motivada por la llegada al país del crimen organizado trasnacional, que ha llevado a la tasa de homicidios desde los 4,5 asesinatos por cada 100.000 habitantes en 2018 a los 6,3 en 2023.
La sensación de inseguridad no para de crecer, aunque las autoridades insisten en que la situación es distinta al resto de países de la región, que el año pasado registró una tasa de homicidios de 20 por cada 100.000 habitantes, según cifras oficiales.
EFE