El presidente francés, Emmanuel Macron, decidió este jueves sobre la marcha prolongar hasta mañana su estancia en el archipiélago de Mayotte, devastado por el paso del ciclón Chido, en respuesta a las peticiones de los habitantes, que le reclamaban extender su breve primer paso por ese departamento ultramarino.
En concreto, el jefe de Estado prometió pernoctar este jueves en las islas para poder ir “mañana por la mañana” a visitar tanto barrios chabolistas como otras zonas más alejadas de la capital departamental, Mamoudzou.
“Responde así a las peticiones de los habitantes, que le solicitan que se quede más tiempo”, confirmaron fuentes del Elíseo mientras Macron visitaba el Hospital Jean Mathieu Deffour.
Ese centro médico, donde departió con los profesionales sanitarios ataviado con un pañuelo típico de Mayotte colgado al cuello, fue la segunda etapa de su visita tras haber realizado un recorrido en helicóptero para observar en persona la magnitud de los destrozos sufridos por el archipiélago.
Durante la jornada, Macron también tiene previsto acudir a un barrio destruido.
La extensión de su estancia en Mayotte no anulará sus planes de acudir a continuación a Yibuti para visitar a las tropas francesas, siguiendo la tradición de cada Navidad, y después a Etiopía, antes de regresar a París durante el fin de semana.
El avión del jefe de Estado, un Airbus A330, había aterrizado en el departamento ultramarino este jueves alrededor de las 10.00 hora local (7.00 GMT) y, como había anunciado la víspera el Elíseo, transportaba una delegación reducida para usar la máxima capacidad de la nave para transportar material de ayuda (cuatro toneladas en total) y personal de emergencias adicional.
Durante la noche, el ministro de Ultramar, François-Noël Buffet, activó el “estado de catástrofe natural excepcional” para responder mejor a las urgentes necesidades del archipiélago.
Horas después, el Boletín Oficial publicó un decreto para bloquear los precios de productos básicos cotidianos, como los alimentos, el agua, las pilas y los productos de higiene, a fin de evitar una escalada inflacionaria.
En el devastado archipiélago, el balance de víctimas aumenta muy lentamente, con 31 muertos y 45 heridos graves contabilizados hasta ahora -aunque se teme que los fallecidos puedan ser centenares-, mientras apenas funcionan la electricidad, las comunicaciones terrestres y aéreas e internet.
EFE