Elon Musk nunca fue votado para ocupar un cargo público. Y el presidente electo Donald Trump no lo designó para ocupar ningún rol dentro de su gobierno. De hecho, hasta el intento de magnicidio contra Trump en julio, Musk nunca lo había respaldado públicamente.
Por La Nación
Sin embargo, los detractores del hombre más rico del mundo dicen que ahora ha obtenido un nuevo título: es el “presidente en las sombras” de Estados Unidos.
El miércoles, en cuestión de horas, Musk blandió su poderosa cuenta en la red social X para presionar a los legisladores republicanos para que dinamitaran un proyecto de ley de presupuesto que habría permitido que el gobierno federal siguiera funcionando durante tres meses.
La ametralladora de mensajes de Musk, con numerosas falsedades sobre el contenido de la ley, rebotaron por todo Washington, y algunos legisladores cuentan que no paraban de recibir mensajes y llamados de votantes que habían visto los posteos de Musk.
Más de 12 horas después del primer posteo de Musk reclamándole a los legisladores que no aprobaran la ley, Trump y el vicepresidente electo, JD Vance, también postearon una declaración oponiéndose a la normativa, y los republicanos de la Cámara Baja hicieron un bollo y tiraron el proyecto a la basura.
Musk siguió con su andanada de mensajes críticos durante todo el jueves, mientras los agitados legisladores republicanos trataban de encontrar una alternativa. Finalmente, a la versión reducida del proyecto de ley original que Musk había criticado le agregaron un aumento del límite de endeudamiento por dos años, una demanda clave de Trump, aunque la diferencia de gasto entre uno y otro proyecto era insignificante.
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