Era una tarde común de verano para los investigadores Gabriel Nocchi Macedo y Lajos Berkes. En la oficina de Berkes en la Universidad de Berlín, ambos “revisaban” imágenes digitalizadas de documentos antiguos.
Por: BBC
“Sabíamos que había algunos papiros en la Universidad de Hamburgo que nos interesaban”, comenta Macedo, en entrevista con BBC News Brasil.
“La documentación papirológica se conserva en bibliotecas, museos o universidades en general y muchas de estas colecciones hoy están parcial o totalmente digitalizadas, es decir, con fotografías disponibles en internet”, señala.
“Este trabajo de mirar papiros a través de fotografías es realmente un acto de la vida cotidiana en la investigación papirológica”.
Fue entonces cuando un documento llamó la atención de los expertos.
Ya en el primer trabajo de descifrado, notaron que había una secuencia de tres letras griegas antiguas con el sonido de ies, “de Jesús”.
“No hay muchas palabras en el idioma griego que comiencen con estas letras, entonces nos dimos cuenta de que había una mención a Jesús”, explica.
Este tipo de trabajos de investigación suele comenzar con algunas palabras clave, para intentar dar una idea de lo que está escrito allí.
Al fin y al cabo, además de utilizar una lengua antigua, estos papiros suelen estar fragmentados y sus textos están escritos con una ortografía muy diferente a la actual.
Más tarde, ese mismo día, publicaron las palabras identificadas en una base de datos profesional donde se ingresan todos los textos conocidos de la literatura griega desde la Antigüedad hasta la Edad Media.
Descubrieron que ese papiro era una copia del extracto inicial del famoso Evangelio de Tomás Sobre la Infancia de Jesús, un texto apócrifo que cuenta pasajes de lo que habría sido la vida de Jesús entre los 5 y los 12 años, es decir, historias que no están incluidas en la Biblia, ya que los cuatro evangelios canónicos guardan silencio sobre esta fase.
Puedes leer la nota completa en BBC