El País: El casabe o pan de yuca, un legado de la cultura caribeña que ahora reconoce la Unesco

El País: El casabe o pan de yuca, un legado de la cultura caribeña que ahora reconoce la Unesco

Auguste Boniface Prince en su negocio de pan de yuca, en el norte de Haití, en enero de 2023.
Jacqueline Charles (Getty Images)

 

La Unesco, la organización cultural de las Naciones Unidas, incluyó el casabe, un pan de yuca redondo que se hace en el Caribe, en su lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Este reconocimiento fue otorgado a Haití, Cuba, República Dominicana, Honduras y Venezuela, países que presentaron una solicitud conjunta el año pasado para destacar la importancia de este alimento común en la región.

Por: El País





La organización reconoce la tradición de hacer y consumir pan de yuca, conocido también como casave o kasav en Haití, que se remonta a los pueblos indígenas de la región hace más de mil años: un proceso de producción que se ha transmitido a lo largo de las generaciones y que ha mantenido la técnica original basada en harina de yuca. La Unesco subraya que se trata de un saber compartido entre países caribeños, a pesar de sus diferencias lingüísticas e históricas.

En Cuba, el pan de yuca se elabora principalmente en las provincias rurales. También es muy popular entre las comunidades indígenas y los descendientes de africanos en Venezuela. En República Dominicana, así como en Haití, se consume ampliamente en todo el país, mientras que en Honduras es una fuente principal de alimentación para los garífunas, un pueblo cuya cultura mezcla tradiciones africanas e indígenas.

“Cada raíz de yuca cuenta una historia”

Para Dominique Dupuy, ex embajadora de Haití ante la Unesco, y quien fue clave en la nominación, este reconocimiento demuestra que la historia y las contribuciones de Haití superan sus problemas actuales. “La inclusión de la yuca como patrimonio cultural representa un recordatorio de la interconexión entre Haití y sus vecinos, y la importancia de preservar estas tradiciones para las futuras generaciones”.

Este logro no es solo simbólico, también tiene un impacto práctico. En Haití, donde la inseguridad alimentaria afecta a 5,4 millones de personas, el pan de yuca ayuda a llenar los estómagos de quienes no tienen acceso a otros alimentos básicos debido a la inflación. Además, en el norte del país, en Cabo Haitiano, la producción de este alimento sigue siendo un motor económico local.

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