Un lugar ícono de la cultura paraguanera es el Cine Teatro Cardón, ubicado en la Comunidad Cardón que forma parte del Complejo Refinador de Paraguaná (CRP). Esta emblemática infraestructura refleja la crisis petrolera, pese a que lo rehabilitaron en 2014.
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Hoy luce sucio, abandonado, y gran parte de sus áreas fueron desvalijadas. Alrededor y dentro del cine se observa basura y ahora sirve como “baño público” para quienes acuden a la plaza que está justo al frente y que fue decorada con millones de luces de Navidad.
La edificación se proyectó durante la primera etapa de la refinería Cardón (1945), como parte de un conjunto de inmuebles destinados a la recreación de trabajadores y familiares. Fue construido entre 1947 y 1948, con un amplio auditorio, taquilla, corredores, instalaciones sanitarias y sala de proyecciones.
En el área de espectadores hay tres zonas para asientos y divididas por pasillos en pendiente con dirección al escenario. Está delimitada perimetralmente por dos paredes construidas en bloque calado y el escenario integra el entarimado de madera, camerinos y depósitos.
En 1955, el escenario se modificó para instalar equipos de proyección en cinemascope, donde se celebraron conciertos y actos culturales. Con los años, decayó, y una de las peticiones de los habitantes de la Comunidad Cardón fue volver a tener el espacio del Cine Cardón.
Entre 2013 y 2014, Pdvsa La Estancia, brazo social de la estatal petrolera, el CRP y la gobernación de Falcón, rehabilitaron esta edificación, la cual es considerada patrimonio cultural petrolero, luego de que las comunidades solicitaran a Pdvsa su intervención. La rehabilitación fue para recuperar las piezas arquitectónicas, modernizar el espacio y adecuarlo a los nuevos tiempos, pero sin dejar atrás su historia, pues se trataba de un cine a cielo abierto.
Luego de su recuperación, se hicieron graduaciones, eventos culturales y otros en estos espacios, pero la falta de resguardo acabó con lo que se había construido. Incluso, el lugar tenía una planta eléctrica.
Poco a poco lo fueron desvalijando, al punto que tiene más de dos años cerrado y sin ningún servicio a la comunidad. Los habitantes han solicitado al Gobierno ponerlo operativo otra vez, pero esto no ha sido posible.
“Fue desvalijado durante la pandemia. Ya no hay un espacio cultural en la comunidad Cardón, porque La Estancia también cerró. Solo adornan las plazas con luces, pero las calles de Maraven siguen llenas de huecos y oscuras. Pero si uno denuncia, va preso, porque según ellos, exigir lo que nos pertenece es terrorismo”, dijo un vecino de la Comunidad Cardón.