El año 2024 registró temperaturas récord que intensificaron fenómenos como olas de calor, sequías, incendios, tormentas e inundaciones. Esos eventos provocaron al menos 3.700 muertes y desplazamientos de millones de personas en el mundo.
Así lo informaron las organizaciones World Weather Attribution (WWA), que depende del Imperial College del Reino Unido y Climate Central de los Estados Unidos, tras realizar un estudio de análisis de atribución climática.
Los expertos enfatizaron que la raíz del problema está en la quema de los combustibles fósiles, como carbón, petróleo y gas: es la principal causa del calentamiento global.
La quema implica la emisión de gases de efecto invernadero que atrapan el calor del sol y elevan las temperaturas. Como consecuencia, “los fenómenos meteorológicos extremos se están volviendo más graves”.
“La vida ya enfrenta riesgos graves con el aumento de 1.3 grados en la temperatura global inducida por actividades humanas”, escribieron.
El cambio climático “contribuyó a la muerte de al menos 3.700 personas y al desplazamiento de millones en 26 fenómenos meteorológicos que estudiamos en 2024. Estos fueron solo una pequeña fracción de los 219 fenómenos que cumplieron nuestros criterios de activación, utilizados para identificar los fenómenos meteorológicos más impactantes”.
Aclararon que, este año, es probable que el número total de muertos por fenómenos meteorológicos extremos intensificados por el cambio climático se cuente por decenas o cientos de miles.
El reporte advirtió que los fenómenos extremos seguirán agravándose “con cada fracción de grado de calentamiento causado por los combustibles fósiles”. Ese aumento gradual en la temperatura intensifica los riesgos para la vida humana, los ecosistemas y las economías globales.
Por eso, el escenario plantea la urgente necesidad de que se abandonen los combustibles fósiles para evitar un futuro más devastador. Entre los hallazgos del análisis, se detectaron:
Más días de calor extremo:
El análisis reveló que el cambio climático añadió en promedio 41 días de calor extremo durante 2024. Afectó especialmente a pequeños estados insulares y países en desarrollo. Esos territorios están en una posición especialmente vulnerable frente a los impactos del cambio climático.
Inundaciones devastadoras por lluvias intensas:
Las inundaciones destacaron como uno de los fenómenos más dañinos de 2024, afectando regiones desde Katmandú hasta el sur de los Apalaches. De las 16 inundaciones analizadas, 15 fueron exacerbadas por lluvias intensificadas debido al cambio climático. Este aumento se debe a que una atmósfera más cálida puede contener más humedad, lo que resulta en precipitaciones más intensas.
Según el informe, “las fallas en los planes de evacuación y alerta temprana contribuyeron a las enormes cifras de muertos en países como Sudán y Brasil”.
Sequías e incendios severos que alteraron la biodiversidad:
El Amazonas, considerado el sumidero de carbono más importante del mundo, y el Pantanal, una de las mayores áreas de humedales que se encuentra en la cuenca alta del río Paraguay, en la frontera de Brasil, Bolivia y Paraguay, enfrentaron sequías e incendios severos.
Esos eventos ocasionaron pérdidas significativas de biodiversidad. El informe destaca que “proteger estos ecosistemas requiere detener la deforestación, ya que su vegetación densa absorbe y retiene la humedad, lo que los hace menos vulnerables a sequías e incendios”.
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