Reflexiones sobre el 2024 y el 2025, por Fernando Pinilla @fmpinilla

Reflexiones sobre el 2024 y el 2025, por Fernando Pinilla @fmpinilla

Termina el 2024… ¡qué año tan complejo!

Cuando estamos a escasas horas de culminar este año, son muchas las reflexiones que quedan y evidentemente las interrogantes que surgen de cara al 2025.

No quiero ser fatalista, negativo, ni jugar al adivino porque creo que en ese juego macabro que muchos asumen terminan propinando o llevándose golpes dolorosos y no me gusta vaticinar, porque creo, sin bases ni certezas, no es correcto.





Lo que sí es cierto, es que este año nos debió preparar para asumir con carácter el porvenir. Fueron muchas las experiencias y los momentos que nos han traído hasta este punto, momento en que doy gracias a Dios por permitirme vivirlo, independiente de las situaciones que padecemos y que todos conocemos; pero no podemos perder el norte de entender que estar vivos siempre será una oportunidad y desperdiciar este obsequio de la vida sería una afrenta a ella.

Sé que no ha sido sencillo, que como muchos repiten: “nunca se había visto una Navidad y fin de año tan triste”, afirmación para la que yo replico: hace 25 años que no conocemos un fin de año plenamente feliz y agrego una reflexión que suelo compartir: nada más triste que una navidad en medio de una guerra y, aun así, Fueron tan solo algunas horas, en diciembre de 1914, durante la Primera Guerra Mundial, grupos de soldados decidirían de manera espontánea detener los enfrentamientos para compartir con ese igual, ese ser humano que se encontraba debajo del uniforme enemigo.

Por un instante, por un pequeño instante, aquellos soldados enemigos: británicos, belgas, franceses y alemanes recordaron que estaban vivos, que tenían una oportunidad de compartir, quizás por última vez, una Navidad. ¡Qué manera de celebrar la vida, de recargarse y adueñarse de sus responsabilidades!

El 2025 será un año de retos y la mejor manera de dar inicio es recargando energías, sea en familia o con amistades; entendiendo y asumiendo lo vivido, creyendo en nuestro rol con responsabilidad. Venezuela nos necesita más que nunca, individual y colectivamente.

En el año nuevo entendamos que somos los arquitectos de nuestro destino y nuestra única meta debería ser hacer correctamente las cosas, independientemente de cualquier circunstancia. Vivimos tiempos oscuros, rodeados de personajes oscuros, en los que solamente nuestra ética y moral harán la diferencia en el lado de la historia que queramos ocupar.

Edmund Sears, predicador de la iglesia Unitaria estadounidense, escribió un sermón El domingo 16 de junio de 1856 titulado “Discurso” en el que criticaba la esclavitud como “malvada” y condenaba a los esclavistas. El sermón se convirtió en un argumento sólido contra la esclavitud el cual los abolicionistas de Massachusetts lo hicieron circular como panfleto.

El sermón rezaba: “Cuando el mal se ha organizado de tal manera que el Estado se ha convertido en su cuerpo permanente (…), las funciones del Estado y los hombres que ocupan cargos cumplen las órdenes del mal, para el mal”. Sears continuó: “La humanidad muere fuera de él (el Estado)”.

No dejemos de celebrar la vida, de dar gracias a Dios por la oportunidad y así mismo, no perdamos nuestra humanidad, no dejemos que nuestros valores se pierdan. Es el momento de iniciar con fe y ánimo el año por venir.

¡Feliz año!