Rusia está marcando un hito en su historia tecnológica al anunciar el desarrollo de su propia consola de videojuegos. Este ambicioso proyecto, liderado por el Ministerio de Industria y Comercio, busca reducir la dependencia tecnológica del país hacia Occidente. En un contexto de sanciones internacionales, la iniciativa pretende consolidar una alternativa local que combine innovación y soberanía tecnológica.
Por: Gizmodo
Un proyecto estratégico en medio de la tensión internacional
La decisión de desarrollar una consola nacional surge como respuesta a las restricciones impuestas tras el conflicto en Ucrania. Con un mercado de videojuegos dominado por PlayStation y Xbox, el gobierno ruso apuesta por una estrategia a largo plazo que permita al país superar su dependencia de tecnología occidental.
El corazón de esta nueva consola será el procesador Elbrus, diseñado originalmente para aplicaciones militares. Aunque el Elbrus no alcanza el rendimiento de los chips de AMD o Intel que impulsan las consolas de última generación, el proyecto no se enfoca en competir directamente en términos de gráficos de alta calidad. En cambio, Rusia planea centrarse en la creación de juegos exclusivos adaptados al rendimiento de su hardware.
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