En 1946, la prisión más temida de Estados Unidos fue escenario de un enfrentamiento mortal que sacudió al país. El grito de la alarma se escuchó más allá de las paredes de Alcatraz, cruzando la bahía de San Francisco y llegando hasta la costa. Era el 2 de mayo, y lo impensable había ocurrido: un grupo de reclusos, liderado por el astuto ladrón de bancos Bernard Coy, había puesto en marcha un meticuloso plan para escapar de la infame prisión. Lo que comenzó como una audaz tentativa de fuga pronto escaló hasta convertirse en un feroz enfrentamiento conocido como la Batalla de Alcatraz, un evento que marcó la historia carcelaria de Estados Unidos.
Por Infobae
Durante 46 horas, los pasillos de “La Roca” fueron escenario de una guerra interna. Los sonidos de disparos y explosiones dominaron el ambiente mientras los presos enfrentaban a guardias y, eventualmente, a los militares. Al final, el saldo fue devastador: cinco muertos, decenas de heridos y una prisión convertida en un símbolo de resistencia y brutalidad. ¿Qué llevó a estos hombres a jugarse la vida en un intento casi suicida? La respuesta yace en las vidas de los protagonistas y en las tensiones de una prisión diseñada para quebrar el espíritu humano.
Bernard Coy, un ladrón de bancos encarcelado desde 1938, era conocido por su habilidad para observar cada detalle. En los días previos al intento de fuga, Coy ideó un plan tan audaz como preciso: perder peso para poder deslizarse entre los barrotes del pasillo de armas, un lugar altamente custodiado dentro de la prisión. Este lugar albergaba las herramientas necesarias para cambiar el equilibrio de poder: armas y municiones. Coy, que trabajaba como celador, usó su acceso privilegiado para estudiar los patrones de los guardias y las debilidades de las estructuras físicas de la prisión.
En esta misión no estaba solo. Lo acompañaron Joseph Cretzer, un gánster conocido en la costa oeste; Marvin Hubbard, un cómplice de robos; y Clarence Carnes, un joven de 19 años condenado por asesinato. Dos prisioneros más, Sam Shockley y Miran Thompson, se unirían posteriormente al intento, aunque inicialmente no formaban parte del grupo. El plan era liberar a otros presos, hacerse con las armas y usar rehenes para negociar su salida de la isla, posiblemente en un bote.
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