Ramón Peña: 2025, más desafíos que entendimiento

Ramón Peña: 2025, más desafíos que entendimiento

En estos albores de 2025 nos inquieta qué trayecto seguirán este año, entre otros asuntos, la presente e intensa pugna geopolítica mundial, el indetenible avance de la Inteligencia Artificial, el cambio climático que sacude al planeta.

La inestabilidad geopolítica prevaleciente en 2024 parece no ofrecer señales de receso. Subsisten indicios para la extensión de los actuales conflictos y tensiones entre países, o el surgimiento de nuevos, teniendo como posibles teatros de operaciones a Europa, el Mar del Sur de China, el Oriente Medio. Los nacionalismos, el proteccionismo, la creciente polarización política, no propician salidas a estos problemas globales.

Antes que una deseable gobernanza global que atemperase estas expectativas de tirantez, se asoma ominoso el declarado desafío de las principales autocracias (Rusia, China, Irán, Norcorea) contra las democracias de corte occidental, mientras en paralelo subyace la potencialidad de otros choques culturales y religiosos.





La Inteligencia Artificial avanza interviniendo transversalmente nuestras vidas en todos sus órdenes. Pero acompañada de serios desafíos éticos, económicos y sociales, que aconsejarían normas y límites bajo un consenso general. Sin embargo, su uso y aprovechamiento es más asunto de competencia y supremacía entre los países más avanzados, que de cooperación y regulación. La ausencia de ciberseguridad continúa como un riesgo de creciente amenaza de descontrol o de ciberataques a infraestructuras críticas y desinformación.

En cuanto al cambio climático, se multiplica la ocurrencia de catástrofes medioambientales, la pérdida de biodiversidad, el agotamiento de recursos naturales, la desaparición de elementos constitutivos, como glaciares, reservas de agua, entre otros. Pero no existe ni siquiera consenso en que la acción de los humanos sea factor determinante de estos fenómenos. Mientras tanto, prevalecen los intereses de las explotaciones extractivas y actividades industriales, reacias a ceder espacio a energías alternativas y modos de producción amigables con el medio ambiente…

Desafiar continúa siendo más sencillo que entenderse, razona el Homo non Sapiens