Estados Unidos insta a incluir advertencias sobre los riesgos de cáncer en etiquetas de bebidas alcohólicas, al considerar que podría ayudar a prevenir la enfermedad ante la falta de conciencia pública sobre estos peligros.
“El alcohol es una causa prevenible de cáncer bien establecida, responsable de aproximadamente 100.000 casos y 20.000 muertes por cáncer cada año en EEUU. A pesar de ello, la mayoría de los estadounidenses desconoce este riesgo”, señaló Murthy en un texto remitido a la Voz de América, destacando también que el consumo de alcohol ocupa el tercer lugar entre las causas prevenibles de cáncer, después del tabaco y la obesidad.
No es la primera vez que la comunidad médica advierte de los efectos nocivos del alcohol a lo largo de las décadas basándose en investigaciones científicas.
En los años 80, se estableció por primera vez el vínculo entre el alcohol y el cáncer, y desde entonces, la evidencia no ha hecho más que crecer.
Más recientemente, en un estudio de agosto de 2024, se vinculó el consumo ligero a moderado con un mayor riesgo de cáncer en adultos mayores, mientras que un estudio de septiembre del mismo año encontró que el consumo excesivo de alcohol podría aumentar el riesgo de otros tipos de cáncer.
“Lo que hemos visto específicamente es que la gente menor de 55 años ha subido la incidencia en seis de los diez cánceres comunes, como el cáncer de seno, de próstata, melanoma, riñón, endometrio y páncreas”, afirma el doctor Jonathan Villena, cirujano torácico en el Centro Weill Cornell Medicine de Nueva York y portavoz de la Asociación Americana contra el Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés), durante una entrevista con la VOA.
Además, otras investigaciones han demostrado que el consumo regular de alcohol se asocia con enfermedades hepáticas, daño cerebral y aumento de peso.
“El vínculo directo entre el consumo de alcohol y el cáncer se estableció por primera vez a finales de la década de 1980 y la evidencia de esta conexión se ha fortalecido con el tiempo”, señala el informe firmado por el Cirujano General de EEUU.
La doctora Anna Lembke, profesora de psiquiatría y ciencias del comportamiento en la Universidad de Stanford, respalda esta evidencia. “Las pruebas de que el alcohol causa cáncer son confiables. Las personas tienen derecho a saberlo. Podría hacer que reflexionen antes de consumir alcohol o que reduzcan su ingesta”, afirmó.
Falta de información
Uno de los puntos centrales del informe es la falta de conciencia pública sobre este riesgo. Un estudio realizado en 2019 por el Instituto Estadounidense para la Investigación del Cáncer reveló que solo el 45 % de los estadounidenses reconoce al alcohol como un factor de riesgo de cáncer, en comparación con el 91 % que identifica al tabaco o el 89 % que señala a la exposición a radiación.
El doctor William Dahut, director científico de la ACS, enfatizó la importancia del informe del cirujano general. “Este aviso trae consigo la conciencia necesaria sobre los riesgos del consumo de alcohol en relación con la incidencia de cáncer. Es fundamental que las personas sean conscientes del impacto potencial del alcohol y reciban recomendaciones sobre cómo reducir su riesgo”, declaró.
¿Cómo afecta el alcohol a nuestro organismo?
El informe también profundiza en los mecanismos biológicos que explican cómo el alcohol puede causar cáncer:
Acetaldehído: Al descomponerse en el cuerpo, el alcohol genera esta sustancia, que puede dañar el ADN y aumentar el riesgo de mutaciones cancerígenas.
Estrés Oxidativo: El alcohol genera especies reactivas de oxígeno que pueden inflamar y dañar el ADN, las proteínas y los lípidos.
Alteración Hormonal: El consumo de alcohol puede alterar los niveles de estrógeno, un factor clave en el desarrollo del cáncer de mama.
Absorción de Carcinógenos: El alcohol facilita la absorción de sustancias carcinógenas, especialmente del humo de tabaco, aumentando los riesgos de cáncer en la boca y la garganta.
El alcohol como elemento para socializar
Otros expertos en la materia consultados por la VOA recuerdan que el alcohol también se ha convertido en un elemento clave para socializar y eso podría afectar directamente a aquellos que sienten “que no tienen familia ni amigos, que no tienen nada”.
“Como seres humanos sociales, nuestro cerebro es social, necesitamos relacionarnos con amigos, ir a tomar un café o charlar con la familia, incluso tomando una copa”, recalca Christina Ballinotti, experta en psicología clínica que tiene una consulta en Bal Harbour, Florida.
Ella habla de que la soledad se ha convertido en una especie de “pandemia silenciosa”, teniendo en cuenta que en Estados Unidos, más del 60 % de la población asegura haberse sentido sola en algún momento en los últimos 365 días.
Por eso, el alcohol puede convertirse para algunos en ese recurso para conocer gente o estar bien en un lugar, especialmente entre aquellos que no tienen habilidades sociales.
Hay compañías como Diageo, una de las empresas fabricantes de bebidas alcohólicas más grandes del mundo, que han lanzado campañas de concienciación para alertar a la población del consumo exceso de alcohol para paliar los efectos de la soledad.
“Queremos asegurarnos que la gente puede consumir de manera responsable. ¿Y qué significa eso? Darles consejos que de verdad puedan transformarse en acciones que lleven al consumo responsable más allá que hablar de eso en abstracto”, dijo Ana Fikzgibbons, directora de alcohol en sociedad de Diageo.
¿Qué significa para los consumidores?
A pesar de las advertencias, el consumo de alcohol sigue siendo una práctica culturalmente aceptada e incluso promovida por algunos beneficios potenciales. Otros estudios recientes sugieren que el vino tinto, en el contexto de una dieta mediterránea, podría contribuir a la salud cardiovascular.
Sin embargo, algunos médicos advierten que estos beneficios no son definitivos y podrían no superar los riesgos.
“Algunos estudios sugieren que una copa diaria de vino tinto podría tener efectos cardioprotectores, pero también existe evidencia significativa de sus riesgos”, señala el doctor Carlos Riveros, especialista en medicina interna, con base en Miami, Florida.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) recomienda un consumo moderado: hasta dos bebidas por día para hombres y una para mujeres. No obstante, las autoridades recalcan que abstenerse completamente es la forma más segura de minimizar los riesgos para la salud.
Para que se haga efectivo es necesario que el Congreso apruebe las nuevas pautas recomendadas por el cirujano general de EEUU, que insiste en que lo único que se busca es que los consumidores puedan tomar “decisiones informadas” sobre su salud.
“Este informe es un recordatorio de que debemos priorizar la educación y la prevención. Reducir el consumo de alcohol puede salvar vidas”, concluyó el doctor Murthy.