El estado de salud de los rehenes que permanecen en Gaza ha generado preocupación entre las autoridades israelíes, especialmente tras el hallazgo de seis cautivos muertos en un túnel en Rafah en septiembre de 2024. Según informó The Wall Street Journal, los cuerpos presentaban signos de desnutrición severa, con pesos alarmantemente bajos: Hersh Goldberg-Polin, un ciudadano estadounidense-israelí, pesaba apenas 52,6 kilos, mientras que Eden Yerushalmi, encontrada junto a él, pesaba solo 35,8. Este contexto ha llevado a los hospitales y equipos médicos de Israel a prepararse para recibir a los rehenes que sean liberados próximamente, quienes se enfrentarán a condiciones físicas y psicológicas críticas tras más de 460 días de cautiverio.
Por Infobae
De acuerdo con el acuerdo de alto el fuego anunciado este miércoles por los mediadores internacionales, se espera la liberación de 33 rehenes en una primera etapa, entre ellos mujeres, niños, personas mayores de 50 años y la entrega de los cuerpos de algunos fallecidos. Sin embargo, las autoridades israelíes han advertido que los sobrevivientes podrían llegar en condiciones mucho peores que en liberaciones anteriores, como la de noviembre de 2023, cuando los rehenes presentaban desnutrición, enfermedades cutáneas, infestaciones de piojos y problemas de salud mental.
Desde hace meses, los hospitales israelíes han intensificado sus preparativos para recibir a los rehenes que sean liberados. Según detalló The Wall Street Journal, los equipos sanitarios han llevado a cabo simulaciones con funcionarios de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), quienes interpretan a los prisioneros de Hamas en distintos estados de salud. Además, se han revisado los historiales médicos de los cautivos y analizado videos difundidos por el grupo terrorista para anticiparse a los tratamientos requeridos.
El doctor Hagai Levine, líder del equipo de salud del Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos, señaló que las condiciones actuales son mucho más graves que en liberaciones anteriores. Levine explicó que, tras 15 meses de cautiverio, se esperan complicaciones médicas más severas, incluyendo deficiencias nutricionales extremas, pérdida de peso crítica y trastornos psicológicos.
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