Julio César Arreaza B.: Etapa muy oscura

Julio César Arreaza B.: Etapa muy oscura

En los últimos 26 años a los venezolanos nos ha tocado confrontar la ignominia de la entrega de nuestra soberanía a la dictadura de Cuba y de abrirle el territorio a los intereses de China, Irán y Rusia. El desafío, para los venezolanos integrales ha sido el de enfrentar, con constancia, las tropelías y despropósitos de un ecosistema criminal que se maneja sin marco axiológico básico y ha resultado en un baldón degradante de la dignidad nacional y propiciador de serios daños antropológicos hasta convertirse en una dictadura que persigue y controla a los que defendemos las libertades fundamentales.

Hemos acometido múltiples combates que nos inflaman el ánimo en el camino de la lucha y no renunciaremos a la valentía. No nos arredraremos ante las cobardes vejaciones. Estamos comprometidos con los principios y valores de la dignidad nacional. Vencer es convencer y hay que seguir bregando y peleando.

Con el monumental fraude electoral a la soberanía popular logró la tiranía rechazo, fulminantemente, en todo el mundo, no volará lejos como corresponde a los vuelos gallináceos. Nunca es triste la verdad, lo que pasa es que no tiene remedio. La justicia es la verdad en acción.





Venezuela en manos del régimen encapuchado constituye un peligro hemisférico cierto e inseguridad para su población y la posibilidad de que sus aliados invasores China, Irán y Rusia dispongan aquí de bases de operaciones. Un atentado contra el legado de Roosevelt de América para los americanos.

Se impondrá la institucionalidad sobre la arbitrariedad. Seguro estamos de que se está recalibrando el panorama geopolítico con redefinición de estrategias incluidas. Y para eso existe una opción de cambio legitimada.

Nos ha fallado de alguna manera, por ahora, el potente Plan A y el Plan B. Se requiere un golpe de timón estratégico a cargo del liderazgo legitimado, con nuevas caras al frente, provistas de principios, fuerza moral, pensamiento crítico y competencia.

Presidente Trump, es sabido que la forma es el fondo en las relaciones internacionales, usted ha debido recibir al presidente Edmundo González, la visita a Miraflores de su enviado especial es un reconocimiento al presidente de facto. Uno se preocupa y piensa que a estas alturas es inadmisible que el Departamento de Estado no conozca al dedillo la situación venezolana.

Un mensaje para los sospechosos habituales sumados a nuevas farsas electorales. Con la usurpación Venezuela no es un país normalizable. Sabemos que ustedes se rendirán al consabido criterio chavista: O te sometes o no me sirves.

El régimen oprobioso va de salida y la lucha por la libertad es hasta el final.

Libertad plena para Javier Tarazona, los policías metropolitanos, los comandos de Vente, Rocío San Miguel, Dignora Hernández, Henry Alviarez, Carlos Julio Rojas, los menores de edad presos, y los hermanos Guevara! ¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados ni exiliados!