
Yamandú Orsi vivió sus primeros años en una casa humilde sin luz eléctrica, con un inodoro a la turca y en una zona tan rural de Uruguay que, al llegar aquella ambulancia, se escondió porque nunca había visto una.
Por BBC Mundo
Su única hermana, casi siete años mayor, recuerda que lo buscó hasta encontrarlo.
“Estaba entre el ropero y una cama, agachadito allí, con los ojos que se le saltaban de la cara, del susto”, dice Luján Orsi a BBC Mundo.
La ambulancia no venía por él sino por su padre, inmovilizado por una hernia discal que padeció como consecuencia de su trabajo sulfatando parras para venderle uvas a una bodega.
Pero Orsi, con apenas 4 años, ignoraba aquello. También ignoraba que su vida estaba dando en ese momento uno de los giros sorpresivos que lo llevarían a ser presidente de Uruguay desde este sábado, sucediendo a Luis Lacalle Pou.
Orsi inicia un mandato de cinco años hasta 2030, tras ganar con 49,8% de los votos el balotaje de noviembre como candidato de la coalición de izquierda Frente Amplio y delfín del expresidente José “Pepe” Mujica (2010-2015).
El éxito político de este docente de historia de 57 años se debe a todo lo que vino después de la aparición de esa extraña ambulancia.

“La escuela”
La hernia de disco obligó al padre de Orsi a mudarse con su familia, en 1972, a la ciudad de Canelones, unos 55 kilómetros al norte de Montevideo, para trabajar y vivir en un almacén.
Era un comercio típico de la época, una casona esquinera antigua donde los Orsi vendían desde frutas hasta queroseno y conversaban sin prisa tanto con clientes con un buen pasar económico como con otros en riesgo de desempleo.

El lugar se volvió un “confesionario de las alegrías y las tristezas” humanas, rememora Luján, y sirvió para que su hermano viera las diferencias sociales que hoy remarca en sus discursos, e incluso para que aprendiera el trato personal con la gente que reivindica en política.
“Quizás ahí se pulió eso”, reflexiona la hermana, que le había enseñado al ahora presidente a leer, escribir, sumar y restar jugando a ser su maestra cuando todavía vivían en el campo y él no había comenzado la educación formal.
En la ciudad de Canelones, Orsi ayudó a sus padres con las labores del almacén por más de dos décadas, en paralelo con sus estudios: desde niño, cuando iba a una escuela pública de la zona, hasta después de recibirse de profesor.
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