En la génesis de los negocios de Alex Saab y Álvaro Pulido con el gobierno de Nicolás Maduro, el venezolano Jean Paul Rivas, que vive entre Suiza y Dubái, figuró en la trastienda como conector del tándem colombiano con una farmacéutica de India para vender medicamentos con marcados sobreprecios al régimen de Caracas. Con una variedad de intereses y emprendimientos como en botica -también actúa en finanzas y bienes raíces-, Rivas seguiría en el sector de las medicinas con su propia compañía.
Por Roberto Deniz | Armando.Info
Una oficina ubicada en un exclusivo rascacielos de casi 50 pisos en Dubái, Emiratos Árabes Unidos (EAU), esconde nuevos secretos sobre los negocios de Alex Saab Morán y Álvaro Pulido Vargas en Venezuela. Se encuentra en la Tiffany Tower, parte de un complejo aledaño al lago artificial de Jumeirah, y sirve de sede a la farmacéutica North Life Pharma y a otras compañías de Jean Paul Rivas Guanipa, un empresario venezolano con fondos de inversión en Suiza e inmobiliarias en España, pero que en un momento de su carrera empresarial se cruzó con Saab y Pulido cuando estos ya despuntaban como los contratistas favoritos de Nicolás Maduro.
En diciembre de 2023, en medio de las negociaciones de la administración del presidente estadounidense Joe Biden con el régimen de Caracas, que derivarían ese mes en un intercambio de prisioneros entre las partes, Alex Saab fue liberado de la prisión en Miami donde esperaba un juicio por imputaciones de lavado de dinero cometido a través de Fondo Global de Construcción.
Cuando Saab volvió a Venezuela, Maduro no tardó en consagrarlo, esta vez abiertamente, como un alto funcionario del Estado. En su ascenso en la burocracia chavista, Saab alcanzó en octubre del año pasado el rango de Ministro de Industrias, cargo que todavía desempeña. Entre tanto, su otrora socio, Álvaro Pulido, corrió una suerte distinta: en Caracas ya casi cumple dos años en prisión, señalado por corrupción en la trama Pdvsa-Cripto.
Si bien esos destinos dramáticamente opuestos se han desarrollado a la luz pública, del pasado compartido entre Saab y Pulido, como beneficiarios ocultos de los millonarios contratos otorgados a dedo por Maduro, siguen aflorando conexiones hasta ahora desconocidas.
Una de esas ramificaciones es, precisamente, la de Jean Paul Rivas. Tiene 57 años de edad, egresó de la Universidad Metropolitana y aunque en alguno de sus perfiles biográficos se presenta como un “emprendedor serial”, sus proclamados éxitos no han conseguido hacerlo conocido entre el empresariado venezolano.
Hubo una época en la que abogó públicamente por el compromiso social de los empresarios: “No podemos ver a los pobres desde la autopista”, declaró en 2006 a la revista Debates Iesa a propósito de la irrupción en el mercado de Cruzsalud, fundada por Rivas en 2004 para ofrecer seguros médicos a personas de escaso poder adquisitivo. “El objetivo es atender a las minorías y ofrecerles la orientación médica apropiada”, dijo después Rivas al diario El Nacional, en una publicación del 30 de julio de 2007.
Una década más tarde, en 2017, Jean Paul Rivas se vinculó con el tándem Saab-Pulido en la millonaria y muy redituable importación de medicamentos de India a través de dos sociedades de papel, Group Grand Limited y Asasi Food Fzc, con las que el par de mercaderes colombianos también comercializaban alimentos de muy baja calidad y con sobreprecios para los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). Luego, la propia North Life Pharma de Rivas continuaría por su parte con el negocio de la importación de medicamentos de India, tal y como muestran decenas de documentos obtenidos por Armando.Info para este reportaje.
Casi en simultáneo, el portafolio particular de Rivas despegaba fuera de Venezuela con The Onsider, una inmobiliaria que adquiere y remodela edificios en Barcelona, España, para luego ofrecer estadías “en espacios acogedores y lujosos para estancias prolongadas”. En ocasión de la puesta en marcha de ese negocio, la prensa española lo presentó a mediados de 2015 como el “gurú de la sanidad para pobres” o el “rey de la sanidad social” en Venezuela, aludiendo a su paso por el mundo de los seguros. En Suiza, Rivas se incorporó a una firma de manejo de activos y fortunas, Sumus Capital, y también creó Black Fountain Capital, otra empresa de inversión y asesoría para start-ups con presencia en España, Suiza y en Dubái, donde comparte oficina con North Life Pharma.
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