El Mundo: Tren de Aragua, sangre en Sudamérica y exageración en EEUU

El Mundo: Tren de Aragua, sangre en Sudamérica y exageración en EEUU

Donald Trump en un mitin de campaña en Aurora, Colorado, en octubre de 2024.
Alex Brandon (AP)

 

En un Aló, presidente para la historia, un entusiasmado Hugo Chávez dibujó sobre un mapa de Sudamérica el llamado tren del Sur que uniría Caracas con Buenos Aires para hacer posible el sueño integrador de Simón Bolívar. El comandante supremo asignó miles de millones para que el ferrocarril ideado atravesara el continente.

Por El Mundo





La realidad hoy es muy revolucionaria: el expreso del Sur ni siquiera llegó a Valencia, a dos horas de Caracas, devorado por las grandes corruptelas chavistas. Pero el legado es mucho peor: el único tren que atraviesa el continente de Norte a Sur es el temido Tren de Aragua (TdA), la mafia transnacional nacida en la cárcel venezolana de Tocorón convertida en organización terrorista por decreto de Donald Trump.

La connivencia del TdA con el chavismo está demostrada incluso por la Fiscalía de Chile, que ha investigado el secuestro, tortura, ejecución y entierro bajo cemento, metido en una maleta, del teniente rebelde Ronald Ojeda. Según los fiscales, un jerarca de la revolución (un testigo protegido señaló al ministro de Interior, Diosdado Cabello) ordenó la muerte de Ojeda y envió a uno de sus hombres, que contrató a varios sicarios del TdA.

«Sin el chavismo, el TdA no existiría», confirma rotundo el fiscal Zair Mundaray, hoy exiliado.

Argentina, Perú y Ecuador también han declarado terrorista al TdA, eso sí, sin la contundencia de Washington, pese a tener más motivos. Trump acusó al «régimen hostil de Maduro» de enviar a los «monstruos» a su país, en lo que define como una «invasión depredadora». Washington resucitó una ley de tiempos de guerra para expulsar a 237 venezolanos a los que acusa sin sentencias ni procesos judiciales de ser «soldados» del TdA. Todos han quedado confinados en una de las megacárceles salvadoreñas de Nayib Bukele, el conocido Centro de Confinamiento para Terroristas (Cecot).

Esta operación ha traumatizado a la sociedad venezolana porque entre los detenidos hay cantantes, pescadores, barberos, albañiles y jóvenes que nada tienen que ver con el TdA al margen de sus tatuajes, una moda masiva en los barrios populares de Caracas. La coyuntura ha servido para que Maduro se ponga el traje de defensor de los derechos humanos, cuando tiene sus mazmorras atestadas de presos políticos, más de 1.000 en el último recuento del Foro Penal.

¿Cuál es la verdadera dimensión de la pandilla creada por el Niño Guerrero, hoy en paradero desconocido tras escaparse de la cárcel? ¿Cuánto hay de mito y realidad, de propaganda o de coyuntura política?

«El Tren de Aragua es la pandilla criminal más famosa de Venezuela, pero su acción es mayor en el exterior que en su país. A partir de 2018 iniciaron su internacionalización, buscando mejores mercados criminales y, en algunos casos, con miembros que huían de las autoridades venezolanas, que arrancó por Colombia y se ha expandido por diversos países de la región. Este proceso ha estado marcado por verdades, medias verdades y mentiras», resume para EL MUNDO el criminólogo Luis Izquiel.

Sobre el Niño Guerrero, líder de la pandilla, pende una recompensa de 250.000 dólares desde que huyera de Tocorón a finales de 2023. Hasta entonces, movió los hilos de una banda que se estiró por toda Sudamérica hasta competir en fortaleza con los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, con la Mara Salvatruchas y con la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional.

Sistema de franquicias

«El TdA no tiene tanta fuerza como los cárteles mexicanos, precisamente porque su incursión en el narcotráfico internacional es muy precaria. Sus delitos son básicamente la extorsión, la trata de personas, la prostitución, robos, secuestros, delitos cometidos por sicarios… Su distancia con el narcotráfico internacional le limita económicamente y le resta poder», añade Izquiel.

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