La agricultura venezolana continúa colapsada y sin signos de una recuperación sostenible.
El porcentaje de tierras cultivables capaz de ser utilizadas es de apenas un 2,9%, comparado con el 10,7% a nivel mundial, lo que representa 2.6 millones de hectáreas, cifras semejantes a las de Colombia con 2.2 millones de hectáreas. En el vecino país los terrenos dedicados al cultivo comprenden 427.000 kilómetros cuadrados, mientras que en Venezuela son 215.000 kilómetros cuadrados, casi la mitad.
Para poder entender adecuadamente el nivel del colapso de este sector pasaremos revista por la situación de los principales rubros agrícolas en función de las hectáreas que ocupan.
El Maíz: Este es uno de los cultivos más extendido e importante, aun cuando esto es así, las tierras sembradas de maíz en el 2024 llegaron a 330.000 hectáreas, cantidad muy inferior al máximo de 700.000 hectáreas que alcanzó en el 2010. De ellas, las dos terceras partes de la producción fue de maíz blanco y el tercio restante, de maíz amarillo, este último indispensable para la producción de alimentos concentrados para animales. El rendimiento fue de 1,36 millones de toneladas métricas. Las importaciones del 2024, por su parte, alcanzaron a 1.110.000 toneladas, 850.000 de maíz amarillo y 310.000 de maíz blanco. Del Consumo Aparente del país se importa el 45%. La situación del déficit se explica, en parte, por la falta de semillas especialmente hibridas, de financiamiento, además de las dificultades para acceder a insumos, escasez del gasoil, unido a los problemas de seguridad jurídica que aquejan al campo.
El Arroz: Para el 2024 las hectáreas sembradas de arroz fueron 120.000, casi la mitad, de las 220.000 que se sembraron en años anteriores. El rendimiento medio fue de 5000 kilos por hectárea, cantidad inferior a la lograda por Brasil y Colombia, lo cual da una producción de 600.000 toneladas año. La siembra se hace principalmente en los llanos centrales y occidentales, Guárico y Portuguesa. En el 2024, según FEDEAGRO, se importaron 200.000 toneladas de arroz, que equivalen al 25% del Consumo Aparente Nacional.
Caña de Azúcar: Las plantaciones de caña de azúcar alcanzaron en el 2024 las 80.000 hectáreas. Se procesaron 3.5 millones de toneladas, para una producción de 300.000 toneladas de azúcar molida. Antes de las expropiaciones de centrales azucareras emprendidas por el gobierno, se procesaban 9.5 millones de toneladas, lo que representa casi tres veces más que lo que se produce en la actualidad. Mientras que se importaron 170.000 toneladas, en consecuencia, de un Consumo Aparente Nacional estimado en 470.000 toneladas, las importaciones constituyeron una tercera parte del total. De las 16 centrales que están instaladas solo funcionan 5, una en Lara, otra en Aragua y dos en Portuguesa.
Plátanos y Cambures: En Venezuela se cosechan unas 83.000 hectáreas de musáceas, plátano, cambur y topochos, de las cuales, la mayoría, 52.000 hectáreas, se dedican al plátano, por lo generaal de la variedad Harton. La producción alcanza a 1.2 millones de toneladas al año. En cualquier caso, representa casi el 50% de las 168.000 hectáreas cultivadas en 2011, para una producción de 2.23 millones de toneladas.
El Sorgo Granero: Introducido en Guárico en los años setenta, se utiliza para la elaboración de alimento concentrado para animales. De 2 millones de hectáreas cultivadas se pasó a 330.000 hectáreas. La producción alcanzó un máximo con 880 mil toneladas en 1998, para declinar desde entonces a 15 mil toneladas en 2024. Prácticamente se abandonó este rubro, y tampoco se importa.
Repasando los principales rubros agrícolas encontramos que las hectáreas sembradas han caído drásticamente y la participación de las importaciones en el Consumo Aparente se encuentra entre un cuarto y la mitad de la necesidad nacional. De acuerdo con FEDEAGRO las importaciones agrícolas en el 2024 alcanzaron los 800 millones de dólares, en consecuencia se dejaron de cultivar más de 400 mil hectáreas.
Gerardo Lucas. Economista e Historiador. https: gerardolucas @wordpress.com