
En el marco del sostenido programa de modernización de la flota submarina de la Armada de los Estados Unidos (US Navy), General Dynamics Electric Boat (GDEB) concretó la entrega del futuro submarino nuclear de ataque USS Idaho (SSN-799), perteneciente a la clase Virginia. Con esta incorporación, la fuerza naval norteamericana recibe su unidad número 26 del programa, marcando la segunda entrega del año y consolidando el avance del Bloque IV, etapa que introduce mejoras en mantenimiento, operatividad y disponibilidad a lo largo de la vida útil de cada unidad.
Por Zona Militar
La entrega del Idaho representa la transferencia oficial del submarino desde el constructor naval hacia la Armada, hito que da inicio a una nueva fase de pruebas y evaluaciones previas a su puesta en servicio activo, prevista para la próxima primavera. Al respecto, el capitán Mike Hollenbach, gerente del programa de submarinos clase Virginia, expresó que el “Idaho representa el arduo trabajo y la tenacidad de los constructores, socios industriales y personal naval por entregar la mejor plataforma de guerra submarina a la flota”. Con cada nueva unidad, añadió, la Marina refuerza la superioridad marítima de Estados Unidos en el dominio subacuático.
El USS Idaho es el decimocuarto submarino clase Virginia entregado por General Dynamics Electric Boat y el octavo de los diez configurados bajo el Bloque IV, fruto del acuerdo industrial conjunto con Huntington Ingalls Industries – Newport News Shipbuilding (HII). Esta asociación, vigente desde inicios de los años 2000, ha permitido mantener un flujo continuo de construcción de submarinos de ataque nuclear, garantizando la renovación constante de la flota. Durante 2025, la Armada ya había recibido al USS Massachusetts (SSN-798), también bajo el Bloque IV, reflejando el sostenido ritmo de entregas dentro del programa.
El USS Idaho (SSN-799) es además el quinto buque en la historia de la Armada estadounidense en portar este nombre. El primero fue un navío de suministro comisionado en 1866, mientras que el último, el acorazado USS Idaho (BB-42), participó activamente en la Segunda Guerra Mundial y recibió siete estrellas de combate. Esta nueva unidad honra ese legado incorporando tecnologías de vanguardia en propulsión, sensores y sistemas de combate, asegurando su relevancia operativa frente a los desafíos del siglo XXI.
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