Una “rana de cristal” descubierta en Costa Rica, tras 40 años sin registrar un nuevo espécimen de este tipo en el mundo, se ha ganado miles de elogios por sus características únicas de traslúcida piel, color verde lima y el canto parecido a un insecto.
La rana, que tiene el nombre científico de Hyalinobatrachium dianae (H. diane), fue descubierta en un bosque lluvioso del Caribe costarricense por el biólogo estadounidense Brian Kubicki y los costarricenses Stanley Salazar y Robert Puschendorf.
El estudio fue publicado en febrero en la revista Zootaxa y fue realizado principalmente por Kubicki, quien decidió darle el nombre de “dianae” en honor a su madre Janet Diane Kubicki.
“Encontramos en tres sitios diferentes un total de seis especímenes. Desde el año 1973 no se había descrito una nueva especie de ‘rana de cristal’ en Costa Rica, mientras que en el mundo fue hace 40 años. Es una especie endémica costarricense”, afirmó Kubicki, en una entrevista con Efe.
La nueva especie, que tiene una combinación “única” de características físicas y genéticas que la hacen muy diferente a otras de su misma familia, ha cautivado a las personas por su gran parecido a la “Rana Gustavo” de los Muppets debido a sus ojos blancos y saltones, así como su verde intenso.
H. dianae fue encontrada en los bosques tropicales húmedos y bosques premontanos lluviosos de la vertiente caribeña de Costa Rica, entre los 400 y 800 metros sobre el nivel del mar.
Según los científicos, en ocasiones anteriores habían inspeccionado esa zona pero no habían dado con la pequeña rana, que emite un sonido o canto muy diferente a todas las de su misma especie.
El nuevo espécimen se distingue de las otras de su misma familia por la combinación de características como el hocico truncado, piel granulada, corazón visible, un iris blanco con puntos de reticulación fina y oscura, así como un canto consistente en un largo silbido metálico, según la investigación.
“Es un canto muy único, podría decirse como de insecto. Tiene un tamaño entre 2,5 a 3 centímetros de longitud, es bastante pequeña. Sus órganos son visibles por abajo, por su vientre, uno realmente logra ver todos sus órganos como por ejemplo los pulmones, el corazón, el hígado, la vesícula, el estómago, los intestinos e incluso la vejiga”, indicó Kubicki.
Este tipo de rana pertenece a una familia de 150 especies, incluida la H.diane, y todas se ubican principalmente en los bosques de América.
“Una cosa importante, es que de esas especies menos de la mitad tiene todo el vientre totalmente transparente, no son todas las ‘ranas de cristal’ a las que se les pueden ver los órganos”, explicó el biólogo.
Las “ranas de cristal” o “centrolénidos” (Centrolenidae) son una familia de anfibios anuros, nativos de los bosques de América, distribuidas desde el sur de México hasta Panamá, y a través de los Andes desde Venezuela hasta Bolivia, con algunas especies a lo largo de las cuencas de los ríos Amazonas y Orinoco, el macizo de las Guayanas, el sureste de Brasil y norte de Argentina.
Según los expertos, comen insectos y viven a lo largo de riachuelos, en donde depositan sus huevos en las hojas de arbustos y árboles que cuelgan sobre el agua de los riachuelos o sobre piedras en los bordes de cascadas.
En Costa Rica existen 14 especies de estas llamadas “ranas de cristal”, la mayoría de ellas se ubican en la lista roja de preservación, y hay cerca de 140 especies de ranas y sapos.
Costa Rica, con 4,7 millones de habitantes, alberga cerca del 4,5 % de la biodiversidad del planeta, siendo uno de los 20 países con la más alta biodiversidad en el mundo.
En su superficie de 51.100 kilómetros cuadrados viven 500.000 especies. EFE