No una sino varias complicaciones. En Venezuela no sólo resulta complejo adquirir las divisas en el mercado oficial (por su limitada oferta) o en el paralelo (por su elevado costo), sino que de ser seleccionado por el nuevo sistema de Divisas Complementarias (Dicom) y liquidada la suma aprobada, el goce de dichos dólares no se puede hacer electrónicamente desde Venezuela, en el caso de personas naturales, aun cuando esta haya expresado en su declaración jurada que “dichos fondos serían utilizados para compras en línea de herramientas de trabajo”, ya que el ciudadano presta servicios freelance en el mundo digital, reseña El Impulso.
Es el caso de un joven venezolano que para cuidar su identidad prefirió que se le llamara Juan del Campo, a quien le aprobaron $500. Calificó el Dicom como un “engaño para las personas naturales”, puesto que al intentar hacer uso de los dólares vía electrónica recibió un mensaje a través del cual la entidad pública bancaria le informó que los fondos no podían ser transferidos, ya que Citibank, anterior intermediario, ya no presta dicho servicio, por lo que los recursos en dólares y/o en bolívares quedarían en la práctica retenidos hasta tanto logre viajar fuera del país; sumado el boleto aéreo, alojamiento y otros gastos, la inversión sería mayor.
“Eso si corro con la suerte de que las tarjetas de débito internacionales del bando logren pasar”, agregó.
Diversos sectores, entre estos el empresarial e industrial, han denunciado la poca transparencia con la cual se ha puesto en práctica el sistema.
El comentario es soportado por el economista y docente de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Ronald Balza Guanipa, quien señala que no existen bondades en el sistema.
Citibank
Sobre la problemática ocasionada a asignados naturales, recordó que la entidad internacional Citibank decidió no prestar servicio a Venezuela por razones de reputación.
Aunque el Gobierno ha referido que esta no sería la única intermediaria, se genera malestar y daño quienes son asignados.
Es de destacar que al cerrarse en compás de entidades bancarias autorizadas para realizar estas operaciones, también se limita el número de intermediarios que permitan operar en otros puntos del mundo.
En tal sentido, criticó que por este tipo de inconveniente, ciudadanos que han cumplido con los requisitos de solicitud, no puedan hacer uso de la asignación, además que la operación por $500, retiene un monto en moneda nacional mayor a Bs. 1 millón, si se toma como referencia una tasa promedio de Bs. 2.000.
Recursos insuficientes
Los recursos asignados en moneda extranjera podrían ser insuficientes para múltiples operaciones fuera de Venezuela, pero en el país el monto en bolívares representa una suma compleja de reunir.
-Son serios problemas que no deberíamos tener… Pero se mantiene el Dipro, el número de operarios cambiarios y no se hace más referencia al dólar en frontera. Todo esto demuestra que es un sistema que no puede responder a la demanda.
Criticó las barreras propias del sistema, impuestas aun cuando los solicitantes tengan necesidades genuinas de las divisas. Aquí se toma en cuenta que no sólo se afecta a quienes no son asignados sino también quienes sí, pero tienen problemas para el uso de las divisas.
Se confirma lo dicho
El exjefe de la unidad de riesgo cambiario del Banco Central de Venezuela (BCV), Orlando Zamora, comenta que las distintas denuncias y malestares generados alrededor del sistema cambiario y la adquisición de divisas sólo confirman las advertencias hechas sobre los resultados que tendría el Dicom.
“Si no se convierte en un mercado libre que desmonte el control cambiario, es imposible alcanzar objetivos mínimos. Se debe colocar oferta y demanda creíbles, pero no montos limitados que alcancen números pequeños de empresas… Luego se ven pequeños montos entregados a mayor número de empresas”, comentó el analista financiero, quien destacó que la demanda en divisas en el país es infinita y resulta imposible cuantificarla. Eso es así motivado a las agudas restricciones de divisas.
Tipo de cambio
Lo ideal sería deslizar el tipo de cambio con más audacia. Crear escenarios reales de confianza donde los particulares vendan las divisas y alimenten el mercado.
Lo peligroso no es que el paralelo no disminuya su marcha, sino que se reimpulsa a barreras jamás vistas.
Lamentó que los indicios del mercado indiquen que el mismos se desplazará sobre los Bs./$ 10 mil, lo cual coincide con un escenario político y social de malestar expresado en calle, lo que aumenta los niveles de incertidumbre y desconfianza, a la vez que limita la toma de decisiones económicas.