El actor, director y productor malagueño Antonio Banderas, distinguido hoy con el Premio Nacional de Cinematografía 2017 de España, aseguró sentirse “contento y lleno de gratitud” por la concesión de este galardón institucional y avanzó que espera volver a ponerse pronto detrás de la cámara.
EFE
“El siguiente paso para mí es volver detrás de la cámara”, señaló en declaraciones a Efe desde el Festival de Ischia (Italia), donde se encuentra presentando dos películas como intérprete, “Black Butterfly”, de Brian Goodman, y “Stoic”, una cinta de acción de Isaac Florentine.
“Son muchos los profesionales de altura que han recibido este premio, me siento un poco abrumado”, reconoció.
Banderas, que en enero pasado sufrió un ataque al corazón, dice encontrarse en perfecto estado de salud y haciendo vida normal, aunque profesionalmente se esté tomando las cosas con más calma.
“He bajado bastante el ritmo, y este será el camino”, declaró el actor. “Lo que ha cambiado es que he corregido un error tremendo, fumar, eso se ha acabado, y también estoy trabajando un poco menos”.
No obstante, trabajar menos para Banderas es tener una agenda llena de proyectos. Acaba de rodar en Carmona (Sevilla) su parte de “Life Itself”, una producción estadounidense dirigida por Dan Fogelman en la que comparte cartel con Olivia Wilde y Samuel L. Jackson.
Y el 28 de septiembre empezará a rodar en Italia otra producción norteamericana, sobre la vida de Ferruccio Lamborghini, fundador de esta lujosa marca de coches. Después de eso, sí, la idea es volver a dirigir.
“Cada película lleva un año, entre preparación, rodaje, montaje y promoción, y eso me permitirá enfocar el trabajo y la vida de manera diferente”, señaló Banderas, que baraja varios proyectos para dirigir.
El Premio Nacional de Cinematografía, que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, ha distinguido su “trayectoria extraordinaria a nivel nacional e internacional que ha abierto el camino para muchos actores y actrices españoles”.
En este sentido, el protagonista de “Átame” (1989) y “The Mask of Zorro” (1998) considera que las cosas han cambiado mucho desde que se embarcó rumbo a Hollywood a comienzos de los 90.
“Antes se veía como algo imposible”, ha afirmado, “quizá conmigo eso empezó a cambiar y otros actores empezaron a considerar la posibilidad de hacer carrera internacional, aunque eso ha pasado también en otros ámbitos como el deporte o los negocios españoles”.
El director de “Crazy in Alabama” (1999) y “El camino de los ingleses” (2006) recordó las palabras del actor español Antonio Ferrandis, que decía que “los americanos son actores de método y en España somos actores por la gracia de Dios”.
“Eso hoy ha cambiado, y hay un núcleo de actores jóvenes muy potentes que ven el exterior como una posibilidad más”, puntualizó.