El dirigente opositor venezolano, Antonio Ledezma, inició el viernes en Lima una campaña regional para excluir al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de la cumbre de las Américas de abril en Perú, donde se debatirá sobre la gobernabilidad democrática frente a la corrupción.
“Es como un contrasentido que alguien, que es señalado directamente por violaciones de los más elementales derechos humanos, venga o pretenda venir a la cumbre de las Américas”, dijo Ledezma durante una ceremonia en el Congreso peruano, que lo condecoró con la “medalla de honor del Parlamento”.
Ledezma, también exalcalde de Caracas, enfatizó que “no encaja en una cumbre, en la que se va a hablar del derecho de la vida, alguien que le ha arrebatado la vida no solo a Oscar Pérez y sus compañeros masacrados sino a los que mueren en Venezuela por desnutrición y porque no tienen medicamentos”.
Pérez, un expolicía que se sublevó a Maduro, fue abatido junto a seis compañeros en una operación militar y policial a las afueras de Caracas el 15 de enero.
Se prevé que a la VIII cumbre de las Américas, el 13 y 14 de abril en Lima, asistan una treintena de gobernantes de la región, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La asistencia de Maduro a la cumbre no ha sido confirmada por las autoridades de Venezuela, país que se aproxima a unas elecciones presidenciales que fueron adelantadas para antes del 30 de abril. El mandatario venezolano buscará su reelección.
El presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski recibió a Ledezma el jueves en su residencia, pero no realizaron declaraciones tras la reunión, a la que también asistió la canciller Cayetana Aljovín.
Ledezma había anticipado que señalaría a Kuczynski la incoherencia de invitar a Maduro a la cumbre y que América Latina debería aplicar sanciones al gobierno venezolano.
El dirigente opositor, que en noviembre del año pasado escapó del arresto domiciliario que cumplía en Caracas, llegó a Lima “en busca de apoyo y la solidaridad de las autoridades peruanas” en el marco de una gira que incluyó a Chile.
El jueves pidió a los países latinoamericanos adoptar medidas contra Venezuela, siguiendo el ejemplo de la Unión Europea y Estados Unidos.
La Unión Europea sancionó el lunes a siete altos funcionarios venezolanos por “menoscabar la democracia y el Estado de derecho” y “graves violaciones de los derechos humanos”, entre otras razones.
Desde el año pasado, Estados Unidos también ha establecido sanciones contra Maduro y sus funcionarios, además de prohibir a sus ciudadanos negociar deuda emitida por Caracas y su estatal petrolera PDVSA.