Familiares con lágrimas en los ojos, desconsolados, recibían el día de ayer 29 de marzo, Jueves Santo, los cuerpos de varios reclusos quienes murieron tras el motín que se presentó en la Comandancia de la Policía de Carabobo.
Por Pamela Toledo / LaPatilla.com
Este es uno de los incidente más trágico de los últimos años por la superpoblación en el sistema carcelario de Venezuela. Y uno de los sucesos que supera los ocurridos como el de la cárcel de Uribana, en 2013, con 61 muertos, y en la cárcel de Amazonas en 2017, con 38 muertos.
Aún no se conocen los detalles oficiales de cómo se originó el incendio, pero el fiscal designado por la Constituyente Cubana, Tarek William Saab, confirmó la muerte de 68 personas incluida dos mujeres que se encontraban de visita en el centro de reclusión.
Varios familiares dijeron que, de acuerdo con el relato de los presos que sobrevivieron, habría ocurrido una revuelta entre presos y policías. Agregó uno de ellos que a “un grupo de detenidos nos trasladaron hacia la cancha, pero nos echaron gasolina. El motín comenzó porque hubo un enfrentamiento con los policías”.
Se pudo conocer que al menos 43 cuerpos ya habrían sido entregados a los familiares de las 68 personas fallecidas.
Además se conoció que 47 personas fueron trasladadas a la cárcel de Tocuyito y que 53 reclusos permanecían en la Comandancia de PoliCarabobo.
La comandancia policial de Valencia, en el estado Carabobo, como muchos centros de reclusión en Venezuela, tiene más presos de los que se puede recibir, denunciaron varias organizaciones de derechos humanos.